Santa Margarita María Alacoque, Promotora del Sagrado Corazón de Jesús: Devocion al Corazón de Jesus


El Corazón de Jesús es el símbolo o imagen sensible del amor infinito de Jesús. Cuando hablamos del Corazón de Jesús, estamos hablando de su Corazón como símbolo de su amor a los hombres y, por eso, cada vez que decimos Corazón de Jesús, podemos decir igualmente Jesús. Él está realmente presente en la Eucaristía con su Corazón vivo y palpitante de amor por nosotros. Por ello, la devoción al Corazón de Jesús es inseparable de la devoción a Jesús Eucaristía.

Después de las apariciones del Corazón de Jesús a santa Margarita María de Alacoque, en las que le pedía que se celebrara la fiesta del Corazón de Jesús el viernes siguiente a la octava del Corpus Christi, el Papa Clemente XIII aprobó el 6 de febrero de 1765 oficialmente esta fiesta para Polonia. El Papa Pío IX, el año 1856, extendió esta fiesta a toda la Iglesia. En 1871 se concedió a esta fiesta el rango de primera clase, de acuerdo al pedido de los obispos presentes en el concilio Vaticano I.

El Papa León XIII, el 25 de mayo de 1899, publicó la encíclica Annum sacrum, en que explicaba la importancia de la consagración del mundo al Corazón de Jesús. Lo consagró el 11 de junio de 1899, elevando esta fiesta al rango de doble de primera clase. El Papa Pío IX, el 22 de agosto de 1906, pidió que cada año se renovara la consagración de la humanidad al Corazón de Jesús delante del Santísimo Sacramento con la fórmula empleada por el Papa León XIII.

El Papa Pío XI escribió tres encíclicas sobre el Sagrado Corazón de Jesús y elevó esta fiesta en 1828 a la categoría de solemnidad. El Papa Pío XII escribió la encíclica Haurietis aquas sobre el Corazón de Jesús. En ella dice: En la historia de la devoción al Corazón de Jesús debemos recordar los nombres de aquellos que se pueden considerar los precursores de esta devoción… Entre ellos San Juan Eudes, que es el autor del primer oficio litúrgico en su honor, cuya fiesta solemne se celebró con el beneplácito de muchos obispos de Francia el 20 de octubre de 1672. Pero, entre todos los promotores de esta excelsa devoción, merece un puesto especial santa Margarita María Alacoque, porque su celo, iluminado y ayudado por el de su director espiritual san Claudio de La Colombière, consiguió que este culto, ya tan difundido, haya alcanzado el desarrollo que hoy suscita la admiración de los fieles cristianos y que por sus características de amor y reparación, se distingue de todas las demás formas de la piedad cristiana.

El Papa Juan Pablo II, en su primera encíclica Redemptor hominis, nos habla del Corazón de Cristo. Es el Papa de los dos Corazones (de Jesús y de María). El 25 de Marzo de 1984 consagró el mundo y la Iglesia al Inmaculado Corazón de María como la misma Virgen María le había pedido a Lucía de Fátima, aclarando que el Corazón de María es el camino más seguro para llegar al Corazón de Jesús.

Entre los apóstoles del Corazón de Jesús destaca san Juan Eudes (1601-1680). El Papa Pío X lo llamó el doctor de los Sagrados Corazones de Jesús y de María. Él dice: La fiesta del Corazón de Jesús es la fiesta de las fiestas. Pertenece más al cielo que a la tierra. Si se celebra en la Iglesia una fiesta tan solemne en honor del divino sacramento de la Eucarística, ¡qué fiesta no debería establecerse en honra de su Sacratísimo Corazón, que es el origen de todo lo grande y precioso que existe en este augusto sacramento! (124).

San Francisco de Sales (1567-1622) atribuía la fundación de las religiosas de la Visitación (la Orden de santa Margarita María) a la obra de los Corazones de Jesús y de María.

El beato Bernardo Hoyos (1711-1735) es considerado el primer apóstol de esta devoción en España. Nos dice: Adorando al Señor en la hostia, me dijo clara y distintamente el 3 de mayo de 1733, que quería por mi medio extender el culto de su Corazón sacrosanto, para comunicar sus dones125. El 14 de mayo de ese mismo año, dice: Estaba pidiendo una fiesta para el Corazón de Jesús, en especial para España, y me dijo Jesús: “Reinaré en España y con más veneración que en otras partes” (126).

El rey de España Alfonso XIII consagró España al Corazón de Jesús en el Cerro de los Ángeles de Madrid el 30 de mayo de 1919.
Otra religiosa importante en esta devoción es María del divino Corazón. Jesús se le apareció frecuentemente, diciéndole: Tú serás la esposa de mi Corazón127. Estando en Oporto (Portugal) de Superiora de la casa de su Congregación del Buen Pastor, recibió del Señor un mensaje para que escribiera al Papa León XIII con el fin de que hiciera la consagración del mundo a su Sagrado Corazón. A este efecto le escribió dos cartas. Como hemos anotado, el Papa realizó esta consagración y la consideró como el acto más importante de su pontificado.

Otro apóstol del divino Corazón fue sor Benigna Consolata Ferrero (1885-1916), religiosa italiana de la Visitación, murió a los 31 años con fama de santidad. Jesús le decía: Es necesario reavivar la devoción a este Corazón para que el mundo se conmueva de nuevo. Mi Corazón ha de ser la salvación de todo el mundo (128).

Yo no puedo resistir, viendo tantas almas engañadas. Con ellas usaré de misericordia, llamándolas dulcemente a mi divino Corazón. Les revelaré los secretos inefables de mi divino Corazón y les enseñaré a vivir de mi amor, de aquel amor que vuelve suave el dolor más grande y que hace gustar al alma una paz celestial, aún en medio de las rudas pruebas (129).

Otro apóstol importante de esta devoción es santa Faustina Kowaslska (1905-1938), a quien Jesús le manifestó su divina misericordia en íntima unión con esta devoción del Corazón de Jesús, pues es el mismo Corazón bajo el aspecto de su amor misericordioso. Jesús le hizo pintar una imagen con la inscripción: Jesús, yo confío en Ti. Prometiéndole, al igual que a santa Margarita, bendecir los lugares donde fuera expuesta y honrada. También le prometió la victoria sobre sus enemigos en la tierra y especialmente en la hora de su muerte, pidiéndole que se instituyera la fiesta del Señor de la misericordia el primer domingo después de Pascua.

Otro gran apóstol fue el padre Mateo Crawley (1875-1960), perteneciente a la Congregación de los Sagrados Corazones. Por providencia divina consiguió la imagen del Corazón de Jesús que había pertenecido al presidente de Ecuador,

Gabriel García Moreno, quien había consagrado Ecuador al Corazón de Jesús el 25 de marzo de 1874. El padre Mateo descubrió esta imagen en 1894 en un armario de su Seminario de Valparaíso (Chile), donde estudiaba. En 1897 se la pidió a su padre provincial para que fuera su estandarte de lucha y prenda de victoria para la gran obra que pensaba realizar de la entronización del Corazón de Jesús en todos los hogares. Comenzó esta misión en 1905. En 1907 visitó el convento de Paray-le-Monial, donde había vivido santa Margarita María, y allí tuvo una experiencia mística que lo confirmó en su misión. A partir de ese momento, se dedicó en cuerpo y alma a conquistar el mundo para Cristo.
Comenzó su cruzada de entronización en Valparaíso en 1908 y después en su país (Perú). Había nacido en Arequipa en 1875. Siguió con Uruguay, Argentina y otros países. En 1914 se embarcó para Europa al estallar la primera guerra mundial y permaneció 42 años viajando por todo el mundo, fomentando la consagración de las familias y de los pueblos al Corazón de Jesús, consiguiendo que muchas familias realizaran el acto de entronización en sus hogares, colocando a Jesús como el rey y el centro de la familia.

El decía: La relación entre el culto al Sagrado Corazón y la Eucaristía es íntima... Nuestro objetivo es formar millares y millares de familias eucarísticas mediante esta Cruzada de entronización (130).


Entronizar es instalar una imagen del Corazón de Jesús como en un trono, en el lugar más noble de la casa, de tal manera que Jesucristo reine visiblemente en los hogares católicos. Es el reconocimiento oficial y social de la realeza del Corazón de Jesús en una familia cristiana. Y este reconocimiento reviste una forma sensible y permanente con la instalación solemne de una imagen del Corazón de Jesús en un lugar de honor de la casa, con el acto de consagración del hogar a su divino Corazón.

La entronización debe ser una consagración vivida al Corazón de Jesús, lo que quiere decir que el Corazón de Jesús llegará a ser el centro de la familia, cuya única dicha debe ser hacer la voluntad del Amo de casa. Eso significa compartir la vida familiar con Jesús, a quien se le ha ofrecido un trono (como Rey), para que conviva con sus amigos, bendiciéndolos en la casa (131).

Jesús quiere ser el rey, el centro, el amigo divino de nuestro hogar. La familia debe considerarlo como un miembro más y acudir a Él con plena confianza en las penas y en las alegrías. Ahora bien, junto al Corazón de Jesús,


Él quiere que esté también el Corazón de su madre María, que también es nuestra Madre, y quiere ser parte de nuestra familia. Por eso, sería bueno tener ambas imágenes en el lugar más importante de la casa.

Para hacer la entronización se llevan las imágenes a la iglesia donde se asiste a una misa en familia, comulgando todos los que puedan. Después se hacen bendecir las imágenes por el sacerdote. Se llevan a la casa y allí el sacerdote o el jefe del hogar (o la mamá, si el papá no lo desea, pero lo permite), lee la fórmula de consagración de la familia al Corazón de María y después la consagración al Corazón de Jesús por medio de María.

Lo deseable es que todos los días tengan unos momentos de oración familiar ante la imagen de Jesús y de María y, sobre todo, que, en los momentos de alegría o de dolor, se reúnan para orar y pedir ayuda y bendición.

El padre Mateo Crawley recomendaba también hacer una Hora santa al mes, la noche del jueves al primer viernes, tal como Jesús le pedía a santa Margarita María. Si no se puede de once a doce de la noche, al menos que sea a una hora más temprana; por ejemplo, de 8 a 9 de la noche, cuando todos puedan estar presentes. Y por supuesto se recomienda, de modo especial, confesar y comulgar los primeros viernes de mes y extender entre todos los amigos y familiares la devoción de los primeros viernes para asegurar la salvación. No olvidemos que la entronización es una prueba más de la consagración personal al Corazón de Jesús de todos y cada uno, y en familia. Esto debe hacer que todos se sientan apóstoles del Corazón de Jesús en todo momento y en todo lugar (132).


124 San Juan Eludes, Coeur admirable, libro XII, cap. II.
125 Uriarte, Vida del padre Hoyos, segunda edición, III parte, p. 246.
126 Ib. p. 251.
127 Chasle Luis, Soeur Marie du divin Coeur, Paris, 1925, cap. 1, pp. 41-44.
128 Revelaciones del Señor a Sor Benigna Consolata, Montevideo, 1917, p. 30.
129 Ib. p. 10.
130 Crawley Mateo, Jesús, Rey de amor, Lima, 1948, p. 14.
131 Ib. pp. 29-30.
132 Entre los templos dedicados al Corazón de Jesús más famosos del mundo están el templo del Corazón de Jesús de París, que domina la colina de Montmartre y, por eso, suele llamarse también templo de Montmartre. El santuario del Corazón de Jesús de Roma, construido por san Juan Bosco y el templo del Tibidabo de Barcelona, construido también con la ayuda de san Juan Bosco.

Tomado de:
Santa Margarita María de Alacoque y el Corazón de Jesús
Padre Ángel Peña O.A.R.
Lima - Perú

Nihil Obstat
P. Ignacio Reinares
Vicario Provincial del Perú
Agustino Recoleto

Imprimatur
Mons. José Carmelo Martínez

Tu hermano y amigo del Perú.
P. Ángel Peña O.A.R.
Parroquia La Caridad
Pueblo Libre - Lima - Perú
Teléfono 00 (511) 4615894
Obispo de Cajamarca (Perú)
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