La ordenación tuvo lugar en la Basílica de San Juan de Letrán en Roma (Italia) el 13 de diciembre. Doce de los 35 nuevos sacerdotes provienen de México, nueve de Estados Unidos, tres de Colombia, tres de Brasil, dos de Nueva Zelanda, uno de Alemania, uno de Australia, uno de España, uno de Francia, uno de Guatemala y uno de Hungría.
En su homilía, el Cardenal De Paolis destacó que “las ordenaciones sacerdotales son siempre motivo de confianza en el futuro, de esperanza". “Este año tanto más porque marcan un momento de particular importancia para la vida del mismo Instituto", dijo.
El Cardenal recordó que “durante los últimos tres años la Legión, siguiendo las instrucciones y directivas del mismo Santo Padre, ha afrontado y recorrido un camino de verificación de su historia y de su vida".
“Vuestra vocación es al amor, y al amor más grande, que es el don de la propia vida. Es una vocación a la amistad con Jesús", les señaló, subrayando que su vocación "es un don para los demás: para la Iglesia, para la salvación del mundo".
“Queridísimos jóvenes, hoy alcanzáis la meta de vuestra vocación. Una meta imposible para los esfuerzos y las fatigas humanas, aunque éstas se requieran y en modo perseverante”.
El Cardenal indicó que “para vosotros ha sido una decisión que habéis madurado durante muchos años delante de Dios y de vuestra conciencia, ayudados por el consejo de vuestros superiores; en la oración asidua, para tener la luz necesaria y el conforto de la fuerza del Espíritu Santo”.
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