El Santo Padre insistió en que cada uno se pregunte cual es “la velocidad de mi vida”, si “reflexiono sobre las cosas que hago”. También pidió tener la valentía necesaria de elegir al Señor en cada ocasión”. Ayudará el “consejo tan bonito” del salmo 1: 'Bendito el hombre que confía en el Señor'”.
“Cuando el Señor nos da este consejo -'¡Detente!, elige hoy, elige'- no nos deja solos. Está con nosotros y quiere ayudarnos. Solamente nosotros tenemos que confiar, tener confianza en Él. 'Dichoso el hombre que confía en el Señor'”.
“Un camino equivocado es el de buscar siempre el propio éxito, los propios bienes, sin pensar en el Señor, sin pensar en la familia. Estas dos preguntas: ¿Cómo es mi relación con Dios?, ¿cómo es mi relación con la familia? Y uno pude ganar todo, pero al final se convierte en un fracaso. Ha fracasado. Esa vida es un fracaso. 'Pero no, le han hecho un monumento, le han dibujado en un cuadro...', pero se ha equivocado: no ha sabido elegir bien entre la vida y la muerte”.
A esto, el Papa añadió que “hoy, desde el momento en el que nos detenemos para pensar en estas cosas y tomar decisiones, elegir algo, sabemos que el Señor está con nosotros, está a nuestro lado, para ayudarnos. Nunca nos deja ir solos, nunca. Está siempre con nosotros. También en el momento de la elección está con nosotros”.
Como comentario de la primera lectura del día, en la que Dios pide a Moisés obedecerle y seguir el camino correcto, el Pontífice indicó que la elección de Moisés es la que todo cristiano debe hacer cada día. Una elección difícil. “Es más fácil vivir dejándose llevar por la inercia de la vida, de las situaciones, de las costumbres”.
“Elegir entre Dios y los otros dioses, aquellos que no tienen el poder de darnos nada, solamente pequeñas cosas que se acaban. Y no es fácil elegir, nosotros tenemos siempre esta costumbre de ir un poco donde va la gente, un poco como todos. Como todos. Todos y ninguno. Y hoy la Iglesia nos dice: '¡Pero, párate!'. Detente y elige. Es un buen consejo. Y hoy nos hará bien detenernos y durante el día pensar un poco: ¿Cómo es mi estilo de vida?, ¿por qué calles camino?”.
Al mismo tiempo, Francisco invitó a “ahondar más a fondo y preguntarse también cual es la relación con Dios, con Jesús. La relación con los padres, los hermanos, la mujer o el marido, los hijos”.
En este punto, el Santo Padre se refirió al Evangelio del día en el que Jesús afirma que el hombre “que quiere salvar su vida la perderá, pero el que pierda su vida por mi causa la salvará”.
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