“También hoy delante de las desgracias, de las guerras que se hacen para adorar al dios dinero, a tantos inocentes asesinados por las bombas que lanzan los adoradores del ídolo dinero, también hoy el Padre llora, también hoy dice: ‘Jerusalén, Jerusalén, hijos míos, ¿qué estáis haciendo?’. Y lo dice a las pobres víctimas y también a los traficantes de armas y a todos aquellos que ven la vida de la gente. Nos hará bien pensar que nuestro Padre Dios se ha hecho hombre para poder llorar y nos hará bien pensar que nuestro Padre Dios hoy llora: llora por esta humanidad que no termina de entender la paz que Él nos ofrece, la paz del amor”.
Francisco recordó que Jesús ya se preparaba para morir: “Alguno ha dicho que Dios se ha hecho hombre para poder llorar, llorar aquello que habían hecho a sus hijos. El llanto delante la tumba de Lázaro es el llanto del amigo. Este es el llanto del Padre”.
El Santo Padre también recordó la parábola del hijo pródigo cuando “le pide a su padre la herencia y se marcha”. “Ese padre no fue a sus vecinos a decirles: ‘¡Mira, mira lo que ha pasado! ¡Lo que este pobre desgraciado me ha hecho! Maldigo a este hijo’”. “No, no ha dicho esto” pero “estoy seguro, quizás, que se fue a llorar a solas”.
Otro momento que rememoró fue el de Jesús con la cruz camino del Calvario, donde se da “un llanto de padre y madre que Dios también hoy continúa haciendo”, explicó el Papa.
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— ACI Prensa (@aciprensa) 27 de octubre de 2016
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