En salida
Pbro. Óscar Maldonado Villalpando
Desde hace muchos años, el Seminario Diocesano de Guadalajara vio conveniente que los seminaristas salieran a las Parroquias para ayudar a los Sacerdotes en sus tareas apostólicas. Los seminaristas en el apostolado son sangre, manos, pies y corazón nuevos para la vida diocesana.
Escuela de caridad
Así decía la oración que se hacía en el Seminario para la visita al Santísimo después de la comida al medio día, y después de la cena antes de ir a dormir: “Gracias, Señor, por permitirme estar en esta escuela de caridad…”
Un apostolado que en especial llama la atención es el que realizan los alumnos mayores en el Nuevo Albergue Trinitario Sacerdotal, donde se dedican a ayudar a los Sacerdotes ancianos y enfermos en todas sus necesidades, aprendiendo, así, a hacer todas las cosas necesarias para entender y atender a los Padres, desde moverlos, alimentarlos y asistirlos en sus necesidades fisiológicas, siguiendo el consejo y el ejemplo de las enfermeras especializadas. De este modo, los seminaristas se forman humana y espiritualmente en la vida concreta, bajando de las teorías a la práctica, y de las ideas a los hechos.
Es así como, al realizar este contacto personal con el dolor de los hermanos Sacerdotes que se han retirado de sus comunidades y de sus familiares por causa de la enfermedad, y tal como aconseja el Papa Francisco, son signo de una “Iglesia en salida”, porque salen al encuentro de una realidad muy tangible y urgente, van al encuentro del hermano Presbítero postrado o discapacitado para ejercitar en él la caridad, como lo hace Jesús en todas las páginas del Evangelio.
Por otra parte, y gracias a esta interrelación, muchos Sacerdotes, a través del contacto con los seminaristas, se integran virtualmente al cuerpo de formadores con sus consejos y ejemplos, y se enriquece la formación de los candidatos al sacerdocio.
Y es entonces cuando esa tarea específica de atender al hermano Sacerdote ha de convertirse en una asignatura indispensable para la formación, sin la cual no se construye un auténtico Clérigo; ésa es la mejor materia y la mejor lección, igualmente como lo quiere el Señor Jesús, según lo dice y lo hace en el Evangelio.
Por cierto, en el curso escolar 2016-2017 está ejerciendo su respectivo apostolado todos los sábados, en el Trinitario Sacerdotal, el seminarista Servando Fuentes González, alumno de Tercero de Teología del Seminario Mayor, y en este año se han incorporado siete levitas más, alumnos del Seminario Menor: cuatro de Tercero de Preparatoria y tres del Curso de Nivelación, que estarán desempeñando este servicio los sábados, de las 4.30 a las 7 de la tarde.
Merced a tan invaluable ejercicio, los seminaristas vienen a atender esta extrema periferia existencial que es el dolor, exactamente como nos lo enseña el Divino Maestro en cada momento, y su experiencia se traduce y evidencia como la caridad sacerdotal y un fundamento de la fraternidad, llegando a ser así la asignatura insustituible para llegar a ser un genuino Sacerdote al estilo de Jesús.
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