Durante la ceremonia de clausura del seminario II Jornada sobre la Deuda Social: Responsabilidad ante la Pobreza y le Inequidad, celebrado del 26 al 28 de marzo en la Universidad Anáhuac, el Secretario General de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), monseñor Alfonso Miranda Guardiola, habló sobre la labor social de la Iglesia y las perspectivas en la materia, de acuerdo con el Proyecto Global de Pastoral, creado por una exhortación del Papa Francisco a los obispos mexicanos durante su visita a México en febrero de 2016.
Señaló que dicho trabajo tiene como criterio base el engarzamiento de las estructuras eclesiales del país, de todas las comisiones y dimensiones de la CEM, y de los institutos de vida consagrada, universidades y grupos laicales.
“En nuestro país –dijo–, existen múltiples trabajos pastorales; sin embargo, no todos están engarzados; a veces ni siquiera a nivel diocesano, menos aún a nivel nacional, por lo que la principal misión de la CEM es lograr la transversalidad, lo cual precisa de una mayor interlocución, a fin de que se establezcan los enlaces de trabajo”.
Dijo que, tras la petición del Papa de crear un plan de trabajo serio y cualificado, la CEM comenzó con el diseño del Proyecto Global, mismo que en 2017 se inclinó hacia el tema de los migrantes, debido a la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos y su amenaza de impulsar las deportaciones masivas a nuestro país, tanto de connacionales como de centroamericanos.
En virtud de dicha amenaza –externó–, se inició un trabajo de registro de las casas de migrantes católicas en todo el país, las cuales ascienden a más de 120; posteriormente, la operación fue continuada con hospitales, espacios de atención a víctimas, centros de escucha, comedores y otras instancias católicas de servicio.
A partir de esta información –explicó monseñor Miranda Guardiola–, el Proyecto Global de Pastoral se propone hacer operativas las estructuras e instancias eclesiales, impulsando antes que nada la unidad entre provincias, diócesis y comunidades religiosas, e invitando también a las comunidades evangélicas, en un segundo momento, a sumar esfuerzos por el bien del país.
Explicó que el Proyecto Global trabajará sobre seis opciones (temas): dignidad humana; paz y causas sociales; iglesia-pueblo; misión y evangelización; iglesia compasiva, y adolescentes y jóvenes, ejes de acción que se dividen en 35 compromisos pastorales, mismos que se pretenden difundir, implementar y aplicar de manera transversal en todas las diócesis, no como una imposición, sino como una labor de inspiración.
El Secretario General de la CEM señaló que otra de las grandes prioridades para el órgano episcopal es la protección de menores, un trabajo que, desde luego, debe incluir la voz de las víctimas, para poder hacer frente a un fenómeno tan extendido, que sólo en México registra más de 600 mil casos, de los cuales sólo una pequeña porción se ha dado en el ambiente eclesial. “En la Iglesia, por supuesto, debemos atender esta situación al interno; pero también debemos ir más allá, porque se trata de un problema antropológico, social, de la humanidad”, señaló.
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