En su último día de actividades del Papa Francisco en Rumania, hizo un llamado para no olvidar las raíces, “no olviden de dónde partieron. Vayan a donde vayan, hagan lo que hagan, no olviden las raíces, no te olvides lo más hermoso y valioso que aprendiste en el hogar”, tal fuera, añadió el pontífice, la indicación de San Pablo a Timoteo: “mantener viva la fe de su madre y de su abuela”.
El discurso del Papa en la Jornada del Encuentro mariano con las familias, también habló sobre la experiencia de la familia y de las dificultades del caminar juntos.
La certeza
El Santo Padre advirtió, asimismo, acerca de las provocaciones que pueden desanimarnos y encerrarnos en nosotros mismos, algo que “no puede hacernos perder de vista que la fe nos hace descubrir nuestros talentos y vocaciones.”:
Aseguró que el “maligno” siempre quiere dividir y siembra la desconfianza, es por ello que las raíces son existe una red espiritual muy fuerte que “nos une, ‘conecta’ y sostiene.
“No olvidar las raíces: es el saber que nos pertenecemos los unos a los otros, que la vida de cada uno está anclada en la vida de los demás”.
Pero como la fe, examinó el Papa, “ciertamente no cotiza en la bolsa y por lo tanto no vende, puede parecer que no sirve para nada. Sin embargo ella es un regalo que mantiene viva una certeza honda y hermosa: nuestra pertenencia de hijos e hijos amados de Dios”.
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