Así lo indicó el Prelado en la homilía de la Misa que presidió en la ordenación de David Arellano Agredano y Néstor Huércano Barroso, en la Catedral de Córdoba en el día en que la Iglesia celebra a San Pedro y San Pablo.
“Hoy vais a recibir este gran regalo del Señor, un regalo prometido que recibís para siempre y que os irá dando muchos dones”, dijo el Obispo.
“Sois constituidos sacerdotes de Jesucristo, ministros de Dios para servir a su Iglesia” y “hoy más que nunca le pedimos a Dios que no nos falten sacerdotes”, continuó.
“Vuestra vida para ser imagen de Cristo debe siempre mantener obediencia y respeto al Obispo, al celibato y a la oración”, resaltó Mons. Fernández.
Mons. Demetrio Fernández también pidió a los nuevos sacerdotes que vivan la castidad como un don precioso de Dios, con un corazón enamorado de Cristo: “Cuidad mucho este aspecto de vuestra vida, que es un regalo que Dios os concede”, alentó.
Asimismo, instó a los presbíteros a no descuidar la oración “porque sin ella no se sostiene la vida de un sacerdote”.
Los nuevos sacerdotes irán a las parroquias de Santa Bárbara de Ojuelos Altos; a la de San José y Santa María de Sevilla.
Antes de concluir la Misa, Mons. Fernández agradeció al P. Gaspar Bustos, director espiritual del Seminario San Pelagio. El Obispo le hizo entrega de una bendición papal.
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