Ciudad del Vaticano
“Que el Mes de octubre misionero 2019 vaya más allá de su momento propio, e impulse de nuevo y permanentemente la Gran Misión Continental en nuestras diócesis, parroquias y demás formas de vida comunitaria eclesial”: es el deseo de la Conferencia Episcopal de Guatemala a los fieles católicos, en el mensaje pastoral en el que invitan a los fieles a celebrar el mes misionero extraordinario convocado por el Papa Francisco.
En 2019 se cumplen 100 años de la Carta Apostólica Maximum Illud del Papa Benedicto XV. Para celebrar este centenario, el Papa Francisco ha convocado un Mes Misionero Extraordinario (MME) en octubre de 2019. Con él, el Santo Padre quiere despertar la conciencia de la misión ad gentes y retomar con nuevo impulso la responsabilidad de proclamar el Evangelio de todos los bautizados.
La misión, muchas veces signo de contradicción
Los obispos guatemaltecos invitan ante todo a vivir “la identidad de bautizados y enviados del Señor”: tenemos presente – dicen – que la misión de hacer llevar a Cristo en el mundo define la identidad de la Iglesia como sal, luz y levadura del Reino, muchas veces como signo de contradicción, yendo ‘contra corriente’ en diversos ambientes culturales, sociales, económicos, contrarios a la mentalidad del mundo, y con un horizonte incluso de persecución en esa misión de promover integralmente a la persona humana.
La misión “no excluye a nadie”
Además, recuerdan que somos una Iglesia “en misión permanente”. Al respecto, reiteran que la misión requiere una “continua conversión pastoral”, y en ese sentido, “urge un examen de conciencia sobre el compromiso muchas veces dejado de lado, y contrario a aquel fuego de la misión”, que el Señor ha venido a traer a la tierra. La misión – añaden – se dirige a los contextos que vivimos en el presente: los grupos humanos empobrecidos, excluidos y descartados en las propias parroquias, los vastos territorios campesinos, la realidad urbana marginal creciente, etcétera. La misión, pues, “no excluye a nadie”, sino que “quiere ser un instrumento de la realización del sueño de Dios”, que “quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad”.
«Creí, por eso hablé»
De ahí la invitación de los prelados a “salir a la misión con la alegría del Evangelio”, cuyo punto de partida es, tal como ya definido por el Papa Francisco, “la contemplación del mundo con ojos de discípulos”: “por ello pedimos al Señor – concluyen los obispos – que la fe en la misión sea la presentación de un testimonio, la invitación a una vivencia, la más íntima comunicación de lo que se lleva dentro, con alegría y como testimonio de fe”, a decir del mismo apóstol San Pablo: “Creí, por eso hablé” (2Co, 4,13).
El mensaje pastoral está firmado por Mons. Gonzalo de Villa y Vásquez, Presidente de la Conferencia Episcopal de Guatemala, y por Mons. Domingo Buezo Leiva, Secretario General.
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