PARA TERMINAR EL MES de la Patria, comentaré que en un día de asueto me llevaron al Centro Ceremonial Otomí (Temoaya, Méx.) y no tuve otra oportunidad que disfrutar del día -exquisito-, del paisaje -suculento-, de un vaso de aguamiel -sabrosísimo- y de la compañía -fenomenal-; la construcción data de 1980, tiene su justificación antropológica y social, y también su fondo político, que es el que menos importa…
ENORME GUSTO también me dio constatar en la hojita dominical de los templos del rumbo la inclusión del Evangelio en lengua otomí: sin duda es un esfuerzo pastoral por acercar la Palabra de Jesús y la valoración constante a los indígenas de dicha etnia…
DESDE INICIO DE septiembre y hasta muy entrado noviembre, en los valles del altiplano central, en buena parte del bajío y algunas zonas de la montaña michoacana, se hace presente la señorita Mirasol Xococtole, mejor conocida como amapola del campo o girasol morada; es un placer mirar en competencia los tonos rojizos y violáceos del ocaso, con el morado y verde de los campos repletos de esta galana flor silvestre…
ES MÁS FÁCIL ENTENDER –luego de mirar esos campos– la comparación que Jesús hace entre las vestiduras del rey Salomón y la feliz como tan fugaz belleza de las flores que inundan los campos otoñales, ya que el donaire y lujo del Sabio rey fueron posibles por la riqueza y poder, mientras que la belleza de sencillas criaturas solo responde a su naturaleza sin más (Lc 12, 27)…
ME DISCULPAN QUE BAJE tan abruptamente a una realidad personal y un tanto cruel, y no pretendo que el tema se convierta en palestra de quejidos ni en tribuna de lágrimas; sé y acepto que la nueva situación que afrontaré debe ser así y juro que no me opondré en lo más mínimo a la conclusión inevitable: me estoy quedando calvo…
NADIE, POR FAVOR, se atreva a enviarme remedios fantásticos o pócimas milagreras, que las regresaré por donde vengan y les propinaré tremenda perorata que les recuerde a toda su parentela que ya habrá estado como ahora me toca estar; buen consuelo me dispongo a tener en personajes famosos por talento y por calvicie, como aquel actor de la serie televisiva-policiaca que se llamó Kojak, a quien yo conocí en la película “Doce al patíbulo”, y me estoy enterando que también encarnó al mismísimo Poncio Pilatos en “La más grande historia jamás contada” (1965)…
TAMBIÉN HAN ESCULPIDO calvos egregios en efigies perennes, tales como Hipócrates o Virgilio; en la iconografía cristiana a san Pablo lo han pintado sin pelo y a san Pedro, no tanto, como para subrayar diferencias; a sir Isaac Newton ciertamente la peluca exuberante con que lo pintan le cubre una alopecia crasa; de un modo o de otro, la cabeza monda denota experiencia y hasta a la ocasión la pintan calva…
ESTAMOS EN VÍSPERAS (si no es que para este domingo ya se anunció) de que las nuevas diócesis desmembradas de la Metropolitana inicien labores como Dios manda y la Iglesia va decretando: así que nadie se espante, así que hemos de continuar con ardor misionero, con afán pastoral, con trabajos conjuntos en donde se pueda y con labores diversas en donde convenga…
HABRÁ VOCES QUE con alharaca lloren y se lamenten de la “división” de la Arquidiócesis de México, pero basta con una pequeña revisión a la historia reciente o remota –como les acomode– para darse cuenta que un organismo, institución, imperio (“ú lo que sea”, como garabatea más de alguno) antes o después se divide, aunque luego vuelva a buscar la reintegración: son hechos que en su momento se han juzgado convenientes y así quedaron hechos…
ME LLEGÓ UN DATO que me arrancó una sonrisa socarrona: resulta que el Himno Nacional fue silenciado durante varios lustros (en tiempos de Juárez) por la simplísima razón de que lo había escrito ¡un conservador de pura cepa, don Francisco González Bocanegra!; murió con apenas 37 años a cuestas, pero nos dejó una herencia perenne; esperamos que nadie invoque esquemas del pasado y se le ocurra proponer un himno acorde a las pretendidas transformaciones veintiúnseculares…
DONDE QUIERA HACEN falta diálogos y colaboraciones, donde quiera resultan caducos radicalismos sin sentido; que cada cual –aquí y en China– conozca y defienda su identidad, profundice y mejore su credo, y desde ahí aporte a construir con apertura y honestidad, con civilidad y altura, con cabeza brillante (aunque calva) o con lúcida crisma dotada de lucida melena, que basta el buen pensamiento para llenar cualquier cabeza…
ÚLTIMA LLAMADA para participar en la postrer Noche Santa de este año, con fecha del 5 al 6 de octubre, y si quieres ver cómo participar aunque no estés presente, pues llámanos al 5702-2402 (¡ah!, no olvides anticipar otro 55, como ya debe ser costumbre)…
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