Homilía basada en el Catecismo de la Iglesia Católica
Amor a los pobres
Am 6, 1.4-7: Los que lleváis una vida disoluta, iréis al destierro
Sal 145, 7.8-9a.9bc-10: Alaba alma mía, al Señor
1 Tm 6,11-16: Guarda el Mandamiento, hasta la venida del Señor
Lc 16, 19-31: Recibiste bienes y Lázaro males; ahora él encuentra consuelo, mientras que tú padeces
Sal 145, 7.8-9a.9bc-10: Alaba alma mía, al Señor
1 Tm 6,11-16: Guarda el Mandamiento, hasta la venida del Señor
Lc 16, 19-31: Recibiste bienes y Lázaro males; ahora él encuentra consuelo, mientras que tú padeces
II. LA FE DE LA IGLESIA
«Dios bendice a los que ayudan a los pobres y reprende a los que se niegan a hacerlo: ``A quien te pide da, al que desee que le prestes algo no le vuelvas la espalda' (Mt 5,42). ``Gratis lo recibisteis, dadlo gratis' (Mt 10, 8). Jesucristo reconocerá a sus elegidos en lo que hayan hecho por los pobres. La buena nueva ``anunciada a los pobres' (Mt 11,5; Lc 4,18) es el signo de la presencia de Cristo» (2443).
«El amor de la iglesia a los pobres pertenece a su constante tradición. está inspirado en el Evangelio de las bienaventuranzas, en la pobreza de Jesús, y en su atención a los pobres. El amor a los pobres es también uno de los motivos del deber de trabajar, con el fin de ``hacer partícipe al que se halle en necesidad' (Ef. 4,28). No abarca solo la pobreza material, sino también las numerosas formas de pobreza cultural y religiosa» (2444).
III. TESTIMONIO CRISTIANO
«Cuando servimos a los pobres y a los enfermos, servimos a Jesús. No debemos cansarnos de ayudar a nuestro prójimo porque en ellos servimos a Jesús» (Sta. Rosa de Lima) (2449).
IV. SUGERENCIAS PARA EL ESTUDIO DE LA HOMILÍA
A. Apunte bíblico-litúrgico
El profeta Amós destaca en el Antiguo Testamento por la dureza de los términos con que condena el egoísmo y el ansia de placer de los ricos.
La parábola que se proclama en el Evangelio la recoge sólo S. Lucas y es una crítica de Jesús a los ricos que no se preocupan de los necesitados. Quien tiene embotados los sentidos del alma por el excesivo bienestar no escucha la Palabra de Dios, ni le sirven los milagros.
El resumen de las recomendaciones pastorales contenidas en esta carta es el fidelidad a Cristo y a sus mandamientos, que es el entero depósito de la fe confiado al sucesor del apóstol.
B. Contenidos del Catecismo de la Iglesia Católica
La fe:
̶ Dios bendice, en Jesucristo, a los que aman a los pobres: 525; 544; 2443.
El amor de la Iglesia a los pobres: 2444-2446.
La respuesta:
La obras de misericordia: 2447-2449.
̶ Justicia y solidaridad entre las naciones: 2437-2442.
C. Otras sugerencias
Hoy se ve más la pobreza y la miseria. Los medios de comunicación han roto las fronteras de nuestros pueblos y vemos el hambre y la muerte por pobreza en muchos países. Sin embargo, como el rico de la parábola, en medio de las comodidades podemos no ver nada ni a nadie.
El Evangelio y la enseñanza de la Iglesia es claro: el amor a los pobres es una exigencia del discípulo de Jesús. Y para amarlos hay que verlos. La Pobreza es una situación concreta que afecta a personas concretas, cercanas, quizá. Todos son cercanos, pues todos son prójimos.
Sólo se ama lo que se ve, y para ver hay que dejar la vida cómoda que embota la sensibilidad, de ahí la denuncia del profeta.
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