La Cumbre se realiza del 12 al 14 de noviembre en Nairobi, la capital de Kenia, y ha atraído financiamiento de organizaciones como la Ford Foundation, Johnson & Johnson, Philips y World Vision.
El evento se realiza con ocasión de los 25 años de la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo (ICPD) de El Cairo.
La controversia de la agenda abortista de la Cumbre llevó a que la delegación del Vaticano declinara su participación.
En conferencia de prensa este 14 de noviembre, Valerie Huber, representante especial para Asuntos Globales de Salud Mundial de las Mujeres del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, leyó el comunicado, respaldado además por Bielorrusia, Brasil, Egipto, Haití, Hungría, Polonia, Santa Lucía, Senegal y Uganda.
Huber destacó que en el Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo (ICPD, por sus siglas en inglés) de El Cairo en 1994, se reconoce que “‘todos tienen el derecho a la vida, la libertad y la seguridad de la persona’ y que ‘la familia es la unidad básica de la sociedad y como tal debe ser fortalecida’”.
“No podemos apoyar una educación sexual que fracasa en acoplar adecuadamente a los padres y que promueve el aborto como un método de planificación familiar”, dijo.
Además, a nombre del grupo de diez países, Huber pidió “más transparencia e inclusión en la preparación de la Conferencia, incluyendo lo que se refiere a los criterios para la participación de la sociedad civil”.
“Mientras que el Programa de Acción de la ICPD de El Cairo fue negociada e implementada con y por todos los miembros de la Asamblea General de la ONU, solo un pequeño puñado de gobiernos fueron consultados sobre la planificación y modalidades de la Cumbre de Nairobi 2019”, criticó.
“Por lo tanto, los resultados de esta cumbre no son negociados intergubernamentalmente, ni son el resultado de un proceso de consenso. Como resultado, no deberían ser considerados normativos, ni deberían aparecer en futuros documentos como lenguaje intergubernamentalmente acordado”, añadió.
Huber expresó además la preocupación de los diez países “por el contenido de algunas de las prioridades claves de esta Cumbre”.
“No apoyamos referencias en documentos internacionales a términos y expresiones ambiguas, tales como derechos y salud sexual y reproductiva (SRHR, por sus siglas en inglés), que no gozan de consenso internacional, ni contemplan las reservas y advertencias incorporadas en el resultado de El Cairo”, dijo.
“Adicionalmente, el uso del término SRHR podría ser usado para promover activamente prácticas como el aborto. No existe el derecho internacional al aborto. De hecho, la ley internacional claramente señala que ‘todos tienen el derecho a la vida’”, indicó.
Además, recordó que en la Conferencia de El Cairo se indicó que “los países deberían ‘tomar pasos apropiados para ayudar a las mujeres a evitar el aborto, que en ningún caso debería ser promovido como un método de planificación familiar’”.
En diálogo con ACI Prensa, Rodrigo Iván Cortés, presidente del Frente Nacional por la Familia de México y vicepresidente de Political Network for Values, que asistió a la Cumbre, calificó la declaración de los diez países como “una muy buena noticia”.
“Ha sido un día muy importante frente a lo que ha sido esta fiesta-farsa de la burocracia de la ONU con las fundaciones que están financiando este evento y que van a estar financiando los proyectos que de aquí salgan, como la Fundación Ford, IPAS, International Planned Parenthood Federation, entre otras”, dijo.
Cortés subrayó que, tal como lo indicó Valerie Huber, en la Cumbre de Nairobi “no se respetó ninguno de los procedimientos que se tienen que observar, para hacer un acuerdo internacional, un tratado. No hubo los mínimos elementos de discusión”.
“Simple y llanamente fue un esfuerzo por tratar de imponer la agenda de la ideología de género y antinatalista”, señaló.
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