Así lo dijo este sábado 30 de noviembre en el Vaticano durante la audiencia que concedió a los jóvenes participantes en el Encuentro Mundial “Yo puedo”, un proyecto promovido por la Federación de Institutos de Actividades Educativas que, bajo la inspiración de la Encíclica Laudato si’, se ha reunido en Roma desde el 26 hasta este 30 de noviembre.
En su discurso, el Papa enfatizó que “Dios puso a disposición de los seres humanos la obra de su creación, así los mismos seres humanos encuentran su plena realización dando vida a una ‘belleza compartida’”.
“Nos encontramos ante una ‘llave’ del universo, de la que también depende su supervivencia: esta llave es el plan de la alianza de Dios. Se trata de reconocer la intención que está escrita en la belleza de la creación, es decir, el deseo del Creador de comunicar, de ofrecer un mensaje maravilloso a quienes pueden interpretarlo, es decir, a nosotros los seres humanos”.
El Papa advirtió a los jóvenes que “no podemos correr el riesgo de Prometeo”, en referencia al mito clásico del joven Prometeo que quiere convertirse en divinidad, “quiere reemplazar a Dios”, sufriendo por ello un terrible castigo.
“A veces también nosotros, sin darnos cuenta, caemos en esta tentación, cuando nuestro ‘yo’ se convierte en el centro de todo y de todos”.
Por el contrario, “este proyecto vuestro, inspirado en la Encíclica Laudato si', dice con razón que no podemos ser nosotros mismos sin el otro y sin los otros. No debemos dejarnos engañar y caer en la trampa de la exclusividad”.
Por ello, invitó a sustituir la expresión “yo puedo” por “nosotros podemos juntos”. “Juntos con los profesores” y “juntos, naturalmente, con los padres”.
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