Al concluir su peregrinación por la Antártida, realizada en enero y febrero, la imagen peregrina de Nuestra Señora de Luján, volvió al país y estuvo presente en la Misa celebrada ayer en la parroquia San Miguel Arcángel del Barrio Aeronáutico El Palomar, en Buenos Aires.
Esta imagen acompañó a los soldados argentinos en la guerra por las Islas Malvinas en 1982 y estuvo durante varios años en Reino Unido. Luego de volver a los fieles argentinos, peregrinó por la Antártida donde visitó la base Esperanza.
En la Misa por el Primer Domingo de Cuaresma, Mons. Santiago Olivera, Obispo Castrense de Argentina, pidió a Nuestra Señora de Luján “por la patria, por la vida. Ella, que sin lugar a duda supo decir que sí en esta misión que el Señor le ponía, de ser la Madre sin tener relación con ningún hombre, de ser la Madre de Dios”.
“Ella con gran valentía, sin cobardía respondió al pedido del Señor, fue su seno el sagrario de una nueva vida, así es el seno de todas las mujeres”, afirmó.
En ese sentido, Mons. Olivera manifestó “qué triste que, en este tiempo, nos pongamos a volver a debatir sobre la vida y la muerte, con tantos engaños, con tantas mentiras, con tantos relatos, tenemos entonces que defender la vida”.
En ese sentido, la defensa de la vida debe hacerse a través de la oración “por quienes nos gobiernan, legislan, confiados en la conversión, porque podemos lograr por gracia de Dios la conversión de muchos hombres, con el corazón, con el sacrificio, con nuestros dolores ofrecidos”, aseguró.
“Nunca hay que perder la dimensión cuando rezamos por los pecadores, para rezar por la conversión de todos, la de uno y la de los otros también, con rostro concretos, para que se dejen tocar por Jesús y los transforme”, reflexionó.
El Obispo Castrense aseguró que se encuentran “en el desafío de la formación y la predicación” ante la posibilidad del debate de la vida en las mismas familias y comunidades.
“Pidamos al Señor que nos ayude en este tiempo que nos toca vivir, difícil pero también apasionante para trabajar, para defender el rol de la vida, para iluminar a nuestros jóvenes”, también para no ser “de medias tintas, tenemos que ser valientes, tenemos que defender el don de la vida. Amando siempre, mirando con compasión, pidiendo como Jesús desde la Cruz, ‘perdónalos Señor, porque no saben lo que hacen’”, concluyó.
Peregrinación mariana por la AntártidaLuego del conflicto bélico entre Argentina y Gran Bretaña en abril de 1982, la imagen mariana de la Virgen de Luján permaneció en la catedral castrense de San Miguel y San Jorge en Aldershot (Inglaterra), durante 37 años.
Luego de un intercambio de imágenes en Roma, la Virgen de Luján regresó al país el 4 de noviembre de 2019 para recorrer el territorio como “peregrina de la paz”.
Visitó algunas zonas de Buenos Aires y las provincias de Neuquén, Río Negro, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego.
Luego la imagen de la patrona de Argentina inició un viaje a la Antártica sobre el rompehielos ARA Almirante Irízar el 10 de enero.
En su viaje visitó varias las bases Científica Carlini, la base Antártica Orcadas, Belgrano, Primavera y, por último, Vicecomodoro Marambio, donde trabaja personal de las fuerzas armadas, científicos y sus familias.
Desde este último punto la patrona de Argentina emprendió regreso el viernes 28 de febrero acompañada por el Capellán Castrense, P. Miguel Angel Robledo.
A bordo del avión Hércules C-130 aterrizó esa misma noche en la Base Aérea Militar de las Fuerzas Armadas, El Palomar, Buenos Aires.
El P. Robledo manifestó que “la presencia de María, Virgen de Luján en sus casas, en sus puestos de trabajo, les ha hecho muy bien, su presencia, su acompañamiento colmó de gracias a nuestros hermanos”.
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