Sin embargo John se siente especialmente enviado para ellos: "Muchos tienen odio y pensamientos de venganza. Les hablo del perdón”. Y aunque lo ha perdido casi todo, su fe en Dios permanece intacta, por eso, se formó como catequista, aunque asegura que prefiere el término “evangelizador”, porque quiere llevar la Buena Nueva a los pobres y desesperados. ACN financió la formación de John en el Centro Emaús, cerca de la capital de Kampala (Uganda). Allí, los jóvenes reciben formación para curar las heridas del alma de sus compatriotas y asistirles en diversas necesidades. John afirma que “ahora, soy un soldado de Jesús y lucho para devolver las almas a Dios” y por eso visita a sus compatriotas sursudaneses que están comenzando una nueva existencia en Uganda. Les habla de la fe, les ofrece consuelo, escucha sus terribles historias y sus traumas y les proporciona ayuda porque John y sus compañeros han adquirido conocimientos tanto psicológicos como catequéticos en el Centro Emaús. Además de las experiencias de la guerra, la pobreza y el desempleo, el abuso del alcohol también es un problema entre los refugiados. Y destaca que la “lucha" contra las consecuencias de la guerra continúa, peroestá seguro de que vale la pena todo el esfuerzo. "Gracias a mi formación como catequista, con el apoyo de ACN, ahora llevo esperanza y amor a mi gente”, afirmó.
Conoce la impactante historia de perdón de un catequista de Sudán del Sur
Sin embargo John se siente especialmente enviado para ellos: "Muchos tienen odio y pensamientos de venganza. Les hablo del perdón”. Y aunque lo ha perdido casi todo, su fe en Dios permanece intacta, por eso, se formó como catequista, aunque asegura que prefiere el término “evangelizador”, porque quiere llevar la Buena Nueva a los pobres y desesperados. ACN financió la formación de John en el Centro Emaús, cerca de la capital de Kampala (Uganda). Allí, los jóvenes reciben formación para curar las heridas del alma de sus compatriotas y asistirles en diversas necesidades. John afirma que “ahora, soy un soldado de Jesús y lucho para devolver las almas a Dios” y por eso visita a sus compatriotas sursudaneses que están comenzando una nueva existencia en Uganda. Les habla de la fe, les ofrece consuelo, escucha sus terribles historias y sus traumas y les proporciona ayuda porque John y sus compañeros han adquirido conocimientos tanto psicológicos como catequéticos en el Centro Emaús. Además de las experiencias de la guerra, la pobreza y el desempleo, el abuso del alcohol también es un problema entre los refugiados. Y destaca que la “lucha" contra las consecuencias de la guerra continúa, peroestá seguro de que vale la pena todo el esfuerzo. "Gracias a mi formación como catequista, con el apoyo de ACN, ahora llevo esperanza y amor a mi gente”, afirmó.

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