Según refieren varios testimonios, el sacerdote de 52 años estaba celebrando Misa en el Mercado de la Magdalena en Huamanga, departamento de Ayacucho, cuando los terroristas le dispararon causándole la muerte.
“Cayó inconsciente al piso y me parece que habló unas cuantas palabras porque los señores, las personas que estaban alrededor lo escucharon. Nos quedamos sorprendidos por las palabras que había vertido porque lo que dijo fue ‘Dios mío perdónalos, no saben lo que hacen’, que son casi palabras de Cristo”, relató hace algunos años Julio César Acuña Prado, sobrino del sacerdote, en una audiencia pública de la Comisión de la Verdad.
Acuña Prado explicó que como su tío era “director de Cáritas tenía a su cargo la donación o entrega de alimentos para la gente de menos recursos. Incluso fue el forjador de los clubes de madres de diferentes localidades. Aparte combinaba eso con su labor pastoral”.
El P. Acuña Cárdenas era director de Cáritas en Ayacucho, dirigía un comedor de niños y era capellán de la Guardia Civil. Los terroristas, que ya habían hecho pintas amenazándolo y lo acusaban de negociar los alimentos donados.
Acuña Prado explicó que en las pintas que hicieron los terroristas también insultaban a su tío sacerdote, que “era bien querido en toda la comunidad por las obras de bien que hacía”.
El sacerdote, que tenía una hermana religiosa, está enterrado en el mausoleo de la familia, al lado de la capilla del cementerio en Huamanga.
“La violencia afectó el trabajo de la Iglesia de diversas formas. Tras el atentado contra el convento de las Carmelitas en 1981, el PCP-SL (Partido Comunista del Perú-Sendero Luminosos) consideraba que no era aún el momento de atacarla directamente; pero en las zonas que controlaba, rechazaba el trabajo de la Iglesia, como la catequesis y confesión, prohibía a la población recibir ayuda alimentaria y rechazaba a los agentes pastorales extranjeros”, señala el libro "Las organizaciones sociales durante el proceso de violencia" del Instituto de Democracia y Derechos Humanos de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP).
Según informa el diario La República, en octubre de 2003 y después de varios meses de inteligencia, la policía capturó a cuatro terroristas involucrados en la muerte del sacerdote: Cledy Marleni Quispe Artica, Jhonny Robles Llactahuaman, Alejandro Canecillas Quispe y Cecilio Hinostroza Canchari.
Sacerdotes y religiosas asesinados por Sendero LuminosoLos terroristas de Sendero Luminoso asesinaron al párroco Teodoro Santos Mejía en el distrito de Huaripampa de la provincia de Jauja, departamento de Junín. Era el 16 de junio de 1989.
El 7 de febrero de 1990, el P. Reynaldo Sáenz, párroco del distrito de Izcuchaca en el departamento de Huancavelica, fue interceptado y acribillado por cuatro terroristas.
El 27 de septiembre del mismo año, la hermana Agustina “Aguchita” Rivas López, de la congregación de Nuestra Señora de la Caridad del Buen Pastor, fue asesinada en la Misión de la Florida en Chanchamayo, en la zona selvática del departamento de Junín.
El 22 de mayo de 2021, el Papa Francisco aprobó el decreto que reconoce el martirio de la hermana Agustina, la primera religiosa asesinada por odio a la fe por los terroristas de Sendero Luminoso. Con esta aprobación, “Aguchita” será pronto elevada a los altares como beata.
El 21 de mayo 1991, los terroristas de Sendero Luminoso mataron a la religiosa australiana Irene Mc Cormack, de las Hermanas de San José del Sagrado Corazón. Tenía 52 años.
Los terroristas también mataron a los jóvenes sacerdotes polacos P. Miguel Tomaszek y P. Zbigniew Strzalkowski de los Franciscanos Menores Conventuales, el 9 de agosto de 1991. El sacerdote italiano P. Alessandro Dordi de la Comunidad Misionera Paradiso de Bergamo, fue ejecutado el 25 de Agosto de 1991 en El Santa, departamento de Ancash, a los 60 años.
Estos tres sacerdotes fueron beatificados el 5 de diciembre de 2015 en la ciudad de Chimbote en Perú.
Abimael Guzmán y su legado de terror y muerte en el PerúEl 11 de septiembre de 2021, el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos del Perú confirmó que Abimael Guzmán, cabecilla de Sendero Luminoso, murió a los 86 años “debido a complicaciones en su estado de salud” en el Centro de Reclusión de Máxima Seguridad de la Base Naval del Callao, donde purgaba cadena perpetua desde 1992.
Guzmán encabezó en la década de 1960 una facción del Partido Comunista Peruano que tenía como lema “por el Luminoso Sendero de Mariátegui”, tomando como inspiración al escritor y político peruano José Carlos Mariátegui.
En esa época Abimael Guzmán comenzó a usar el alias de “presidente Gonzalo”, con el que lo reverencian los terroristas de Sendero Luminoso.
Para fines de la década de 1970, Sendero Luminoso emprendió el camino de la violencia y el terror, bajo la ideología que describían como “marxismo-leninismo-maoísmo-pensamiento Gonzalo”.
Sendero Luminoso extendió la violencia desde la serranía sur del Perú, especialmente el departamento de Ayacucho, a todo el país, asesinando campesinos, líderes de comunidades, profesionales, policías, militares, políticos y cualquier persona que consideraran un obstáculo en su camino al poder.
Se estima que Sendero Luminoso asesinó a más de 30 mil personas.
No sería sino hasta el 12 de septiembre de 1992 que una labor de inteligencia policial logra la captura de Abimael Guzmán en Lima, Perú.
Con la captura del cabecilla terrorista, Sendero Luminoso comenzó un proceso de repliegue que los llevó a asociarse con el narcotráfico en regiones inhóspitas del Perú y a crear un brazo político llamado Movimiento por la Amnistía y Derechos Fundamentales (MOVADEF).
Desde el proceso electoral de 2021, que concluyó con la victoria del actual presidente Pedro Castillo, este y varios miembros de su partido Perú Libre han sido acusados de tener vínculos con el MOVADEF.
En su Plan de Gobierno, el partido del actual Presidente del Perú asegura que “decirse de izquierda cuando no nos reconocernos (sic) marxistas, leninistas o mariateguístas (sic), es simplemente obrar en favor de la derecha con decoro de la más alta hipocresía”.
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