Los hombres que pasan mucho tiempo mirando pornografía en Internet parecen tener menos materia gris en ciertas partes del cerebro, registran una reducción de su actividad cerebral y afectan su respuesta a la actividad sexual, de acuerdo a una investigación alemana publicada este jueves en Estados Unidos.
El estudio muestra también que es probable que las personas que ven mucha pornografía podrían necesitar imágenes cada vez más explícitas y gráficas para poder conseguir el estímulo sexual que esperan tener.
“Hemos encontrado un importante vínculo negativo entre el acto de ver pornografía por varias horas a la semana y el volumen de materia gris en el lóbulo derecho del cerebro”, así como la actividad de la corteza prefrontal, señalan los investigadores del Instituto Max Planck para el Desarrollo Humano en Berlín (Alemania).
“Estos efectos podrían incluir cambios en la plasticidad neuronal resultante de intensa estimulación del centro del placer”, añade el estudio publicado en línea en la revista de la Asociación Médica Americana Psychiatry.
Los autores, sin embargo, no pudieron probar que estos fenómenos sean causados directamente por el consumo de pornografía y, por lo tanto, afirman que es necesario proseguir las investigaciones.
Pero, según ellos, la investigación sí proporciona un primer indicio de que hay una relación entre el acto de ver pornografía y la reducción del tamaño y la actividad del cerebro como reacción a la estimulación sexual.
Para realizar el estudio, los autores reclutaron a 64 hombres saludables de entre 21 y 45 años, a quienes pidieron responder un cuestionario sobre el tiempo dedicado a ver videos pornográficos, que dio como resultado promedio cuatro horas semanales.
También les hicieron tomografías computarizadas (MRI) del cerebro para medir su volumen y observar cómo reaccionaba éste a las imágenes pornográficas.
En la mayoría de los casos, mientras más pornografía miraban los sujetos, más disminuía el cuerpo estriado del cerebro, una pequeña estructura nerviosa justo debajo de la corteza cerebral.
Los científicos también observaron que, cuanto mayor era el consumo de imágenes pornográficas, más se deterioraban las conexiones entre el cuerpo estriado y la corteza prefrontal, que es la capa externa del cerebro a cargo del comportamiento y la toma de decisiones.
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