Mons. Stanovnik: “María es la señal de la nueva creación, de un mundo nuevo”
Corrientes (AICA): El obispo de Corrientes, monseñor Andrés Stanovnik OFMCap, presidió la misa por la fiesta de la Inmaculada Concepción de la Virgen, en cuya homilía explicó que María es “la llena de gracia”, porque es “toda santa, toda transformada por la acción del Espíritu Santo y eso desde su nacimiento”. “De ese modo, María es la señal de la nueva creación, un mundo nuevo y distinto del que provocaron Adán y Eva con su conducta cerrada y desobediente. María, como decíamos, es la señal de una vida nueva, una vida que ya no está bajo el influjo del maligno, sino completamente orientada hacia Dios y abierta a su amistad”, subrayó.
“Desde su misma concepción, María fue santa, preservada del pecado, aún del pecado original, por un privilegio único y exclusivo. De ese modo, María es la señal de la nueva creación, un mundo nuevo y distinto del que provocaron Adán y Eva con su conducta cerrada y desobediente. María, como decíamos, es la señal de una vida nueva, una vida que ya no está bajo el influjo del maligno, sino completamente orientada hacia Dios y abierta a su amistad. Por eso a María la llamamos Casa de Dios. Ella nos da lo más grande y hermoso que ella misma había recibido y que la hizo toda santa: a Jesús, el Verbo hecho carne, Dios con nosotros”, subrayó.
Por esto, el prelado indicó que “de la mano tierna y firme de nuestra Madre queremos transitar el tiempo de Adviento, que nos prepara a celebrar el Nacimiento de Jesús, el Salvador. Dios con nosotros es la gran oportunidad que se nos brinda para restaurar nuestra humanidad herida por el pecado y seducida por el mal”.
“Jesús es el perdón de Dios que nos anima a salir de una vida esclavizada por nuestra mala conducta. Él viene para liberarnos y devolvernos una vida digna y orientada hacia todo lo que es bueno”, agregó.
Monseñor Stanovnik puntualizó que “la iniciación a la vida cristiana, una iniciación comunitaria y misionera, tema que estamos orando y pensando juntos en preparación a la I Asamblea Arquidiocesana, consiste en hacer que el creyente tenga como centro la persona de Jesucristo; que tenga espíritu de oración, sea amante de la Palabra, practique la confesión frecuente y participe de la Eucaristía; que se inserte cordialmente en la comunidad eclesial y social, sea solidario en el amor y fervoroso misionero”
“Pongamos todo esto en el corazón de la Inmaculada Concepción, sabiendo que con ella caminamos seguros hacia el encuentro definitivo con Jesús, mientras le suplicamos que nos ayude a ser más fraternos entre nosotros y decididos a ir hasta donde están aquellos hermanos y hermanas que más necesitan de nuestra ayuda y de oír el gozoso anuncio de Jesús que viene y trae con él esperanza, alegría y paz”, concluyó.+
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