En un mensaje en español, el Papa señala que lo que debatido estos días en Perú “afecta a toda la humanidad, en particular a los más pobres y a las generaciones futuras”, por lo que se trata de “una grave responsabilidad ética y moral”.
“Las consecuencias de los cambios ambientales, que ya se sienten de modo dramático en muchos estados, sobre todo los insulares del Pacífico, nos recuerdan la gravedad de la incuria y de la inacción”.
El Santo Padre dice luego que “El tiempo para encontrar soluciones globales se está agotando. Solamente podremos hallar soluciones adecuadas si actuamos juntos y concordes. Existe, por tanto, un claro, definitivo e impostergable imperativo ético de actuar”.
Pero esto conlleva superar “intereses y comportamientos particulares” para que se desarrolle “libre de presiones políticas y económicas”.
A su vez, se debe promover “una cultura de la solidaridad, del encuentro y el diálogo; capaz de mostrar la responsabilidad de proteger el planeta y la familia humana”.
El Papa deseó que los trabajos se desarrollen con “justicia, respeto y equidad” y que los trabajos sean fructíferos.
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