Cuarto año de Gobierno de Aristóteles Sandoval
Buenas y malas
Dr. Jorge Enrique Rocha Quintero
Se cumplieron cuatro años de la gestión de Aristóteles Sandoval Díaz al frente del Poder Ejecutivo del Estado de Jalisco, y resulta pertinente hacer una valoración de lo que fue su Gobierno durante los últimos doce meses. Sin duda, habrá un sinnúmero de actividades descritas en el Informe Gubernamental que pueden ser catalogadas como positivas, pero quiero centrar mi atención en los aspectos que, desde mi particular opinión, resultan más relevantes.
Lo rescatable
Los aspectos favorables que encuentro en el trabajo del Gobernador y su equipo en este año, son: mantener una dinámica positiva de inversión, generación de empleos y de aminorar la grave pobreza que hay en el Estado. Es cierto que en esta materia hay mucho por hacer y que los empleos que se crean no son de la suficiente calidad, pero sería insensato no reconocer estos avances.
Otro asunto a destacar es la reacción de Sandoval frente al escenario provocado por el gasolinazo. La decisión de mantener el precio del transporte público es una medida acertada. También hay cambios en su equipo que resultaron positivos: la llegada de Netzahualcóyotl Ornelas a la Secretaria de Infraestructura y Obra Pública, o de Carolina Toro a la Subsecretaría de Planeación, fueron aciertos.
Lo reprobable
Los aspectos negativos que más sobresalen en la labor de Aristóteles Sandoval y su Gabinete son: el poco avance en materia de seguridad pública sigue siendo un grave problema; no hay logros significativos en el tema de desaparecidos; continúan los problemas en torno a los asesinatos (de hecho, el mes de enero representó un incremento respecto de enero de 2015); el Fiscal Eduardo Almaguer fue el Secretario peor evaluado en la encuesta que presentó el Periódico Mural al respecto del desempeño del Gabinete estatal, y en ese mismo estudio la ciudadanía confirma que es una de sus principales preocupaciones. En esta materia el Gobernador queda a deber. En cuanto a la movilidad urbana, es cierto que los tapatíos aprecian el proyecto de la Línea Tres del Tren Ligero; sin embargo, la ciudad sigue colapsada, y a pesar de los amagues del Gobernador de quitar concesiones a quienes no cumplan con las normas, hoy por hoy el problema del transporte público persiste y no se ven acciones contundentes para su transformación. A la par, sigue privilegiándose la obra pública al servicio del automóvil.
El tercer asunto que, según mi parecer es negativo, es la ausencia de las políticas orientadas al desarrollo de las Regiones. Es verdad que se incentivaron inversiones en Los Altos y en la Costa, mas no existe una estrategia que contemple un desarrollo que efectivamente incida en una mejor calidad de vida de los jaliscienses que no viven en la capital o en las zonas mencionadas. Dicho de otra forma, no se supera esta división entre los jaliscienses de primera y de segunda clase.
Una última reflexión: en la ya citada encuesta que hizo el Diario Mural sobre el desempeño de Sandoval Díaz, aparece con una calificación de 6.6, que es similar a la del año anterior. Por otro lado, la aprobación pasó del 55 al 56% de un año para otro; pero también la desaprobación se incrementó de 39 a 41%; es decir, para los jaliscienses la labor del Gobernador se mantiene igual, estática, equivalente a estancada, para bien y para mal. Si comparamos estos números con los que tiene el Presidente Peña Nieto, evidentemente el Gobernador sale muy bien parado, pues casi cuadruplica la aprobación que registra Peña, aunque si observamos este asunto desde lo óptimo, desde lo que debería ser, los resultados de Sandoval son bastante modestos, ya que coloquialmente diríamos que “pasa de panzazo”.
La pregunta primordial, entonces, es: qué tipo de Gobernador queremos y necesitamos; uno instalado en la medianía pero que frente a sus contrapartes está muy bien calificado, o uno que efectivamente se ajuste a los requerimientos de la Sociedad jalisciense. Una u otra opción nos determina la forma de cómo lo evaluaremos.
Correo electrónico: jerqmex@hotmail.com
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