DoCat
A través del nuevo documento DoCat, el Papa Francisco exhorta a los jóvenes a transformar las realidades que laceran la dignidad humana. En Guadalajara, la juventud se inclina por ayudar a los demás;
pero hace falta una estructura más sólida que los comprometa.
Sonia Gabriela Ceja Ramírez
El interés de que Guadalajara fuera una de las tres ciudades elegidas para presentar el DoCat en México surgió por parte del Instituto Mexicano de Doctrina Social Cristiana (IMDOSOC), privilegio que la Iglesia tapatía aceptó gustosa y que se materializó el jueves 16, fecha en que el documento, surgido de la Fundación alemana YouCat sería presentado en la Universidad del Valle de Atemajac, UNIVA, según refirió el Padre Ernesto Hinojosa Dávalos, Responsable de la Pastoral Social en nuestra Arquidiócesis.
“Es un documento particularmente dirigido a los jóvenes, con una metodología muy sencilla: con dibujitos, expresiones entresacadas y el Magisterio del Papa Francisco, siempre tan abocado al aspecto social, y que ilumina bastante bien.
“Se presenta en un momento coyuntural en la vida social de nuestro país. Podríamos decir que llega casi de manera providencial, porque, tal como lo refiere el título del documento a través de su título “Do (hacer, en inglés) Cat”, ésta es una herramienta que nos invita a la acción y nos indica qué hacer en las circunstancias que estamos viviendo.
“También se convierte en una orientación firme y sólida con la que podemos iluminar nuestra situación y encontrar vías de acción”.
Hacerlo vida
Y es que la Pastoral Social de Guadalajara, tratando de hacer eco de la preocupación social del Santo Padre, está organizando, para mayo, un Diplomado en Doctrina Social de la Iglesia, respaldado por la UNIVA. Además, “hemos terminado un Diplomado sobre Participación Ciudadana, que próximamente reiniciaremos en otra sede, particularmente dirigido a los jóvenes, y en el que se incorporará el uso de este material, así como en los Cursos de Verano que estamos preparando sobre Doctrina Social de la Iglesia”, explicó el Padre Ernesto Hinojosa.
Respecto a la poca participación de los jóvenes en cuestiones de Iglesia, aclaró que en lo social sí participan. “Los jóvenes tienen mucho entusiasmo, muchas ganas, energía y mucho interés en el tema social. Más bien, nosotros, como estructura, no hemos sabido aprovechar la disponibilidad, el entusiasmo y la preocupación de los jóvenes; nos hemos quedado cortos ante las expectativas de los muchachos.
“En la Casa de la Misericordia, que se inauguró al cierre del Año Jubilar, por ejemplo, tenemos muchos jóvenes trabajando de manera operativa, al igual que en el Albergue de Migrantes ‘El Refugio’, del Padre Alberto Ruiz, en el Cerro del Cuatro, en donde hay numerosos voluntarios jóvenes que se ponen en acción.
“El reto es que estas acciones de los jóvenes no sean sólo un pasatiempo, sino un verdadero acto de caridad en la participación efectiva de la transformación de las realidades que laceran la dignidad de la persona”.
Nada de brazos cruzados
“El documento tiene gran valor porque, de una manera sencilla, orienta el quehacer ante una situación concreta como la que estamos viviendo en el campo de la política, de la economía, de la ecología, que ha despertado mucho interés, y ante la que los jóvenes tienen mucha sensibilidad; también en el campo de la familia, el Plan de Dios sobre nosotros.
“Dicho documento contiene una metodología práctica, es muy orientativo, y es, además, cuestionador; es decir, no nos permite seguir con los brazos cruzados. De hecho, el Papa Francisco, en el Prólogo, nos dice que no podemos seguir así. Y es que es real; no podemos seguir así, necesitamos participar, necesitamos movernos para cambiar las cosas”.
El DoCat estará disponible en las Librerías Católicas.
Preocupación añeja
Cabe recordar que el Magisterio de la Iglesia Católica, respecto a lo social, puede ser datado desde 1881, durante el pontificado del Papa León XIII, quien publicó la Encíclica Rerum Novarum sobre la cuestión social, que en aquel momento se refería a la situación obrera. Desde entonces, la Iglesia ha hecho énfasis en la problemática que afecta a la mayoría de la población, según la época, y que atenta contra la dignidad de la persona y contra el Plan de Dios hacia la Sociedad. La Iglesia está totalmente comprometida a aportar su riqueza y tratar de responder al Plan de Dios, que es una vida digna en Cristo.
De 1881 a la fecha, todos los Santos Padres han contribuido a crear la Doctrina Social de la Iglesia.
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