Llega a la pantalla grande
El nuevo filme de Martin Scorsese provoca que el espectador goce, se maraville, se duela y reflexione sobre su propio itinerario espiritual. Es una película para digerirse poco a poco, y que muestra
la más humana de las realidades espirituales.
El jueves 16 de febrero, y gracias al Festival Internacional de Cine Con Valores (FIC Valores), a Cinépolis y a la Distribuidora Gussi Distrimax, fue estrenada en Guadalajara la más reciente película de Martin Scorsese, “Silencio”, basada en la obra homónima del dramaturgo nipón Shusaku Endo, que está ambientada en el Japón del Siglo XVII y muestra un aspecto de la persecución religiosa en ese país.
La presentación corrió a cargo del Padre Sergio Joel Ascencio Casillas, Vicario Parroquial de La Santa Cruz, y Director del FIC, quien previamente a la proyección advirtió a los asistentes que “la profundidad de la película provoca reflexionar hasta dónde la presencia de Dios en nuestras vidas se ha de mostrar siempre luminosa o gozosa.
“La película nos presenta aristas mucho más complejas y nos invita a adentrarnos a las oscuridades del alma, en el silencio de Dios, que en medio del sufrimiento parece que no llega ni interviene”.
Una historia estremecedora
“La cinta versa al principio sobre la búsqueda de un Sacerdote, que por alguna razón, se perdió en Japón, y llega la noticia de su apostasía hasta Filipinas; es decir, de haber renunciado a su fe. Sus alumnos no lo creen y van en su búsqueda.
“La primera parte muestra la fe viva, entusiasta, pascual, de los japoneses que, a pesar de la persecución, estando en un terreno árido, viven una fe tan pródiga; es una parte inicial maravillosa. Pero en la segunda parte -advirtió el Padre Joel-, se enfrenta el dolor en un momento muy complicado, en el que tomar una decisión ética y moral, pero también de fe, hace correr las lágrimas, que son explicables ante lo que se está viendo en pantalla.
“Es una película muy bien narrada; no esperábamos menos de Martin Scorsese, quien describe como un itinerario espiritual personal que comparte a través de la pantalla”.
Un pasado rebatible
El Padre Joel Ascencio cuestionó si tiene Scorsese, quien dirigió ‘La última tentación de Cristo’, un pasado que podamos recriminarle, a lo que respondió afirmativamente; pero luego hizo referencia a uno de los personajes de la película, Kichijiro, quien, en palabras del Director del FIC, “también retrata la figura del mismo Cristo y de nosotros, necesitados de misericordia.
“La película toca la disyuntiva de fe y de vida, que pocas películas lo logran.
Opiniones encontradas
Durante la presentación, el Padre Joel señaló que “especialistas de Signis, que es la Asociación Católica Mundial de Medios de Comunicación, concretamente el Padre Peio Sánchez, organizador del cine espiritual en España, calificó a esta película como la nueva obra maestra del cine espiritual, y la equipara a las de Carl Theodor Dreyer, que es decir mucho, o la equipara con Ingmar Bergman, o Bresson, que son grandes Maestros del Cine”.
Finalmente, invitó a los presentes a disfrutar la película y, sobre todo, a recomendarla para que muchas personas asistan a verla.
El estreno se programó en todo México para el 24 de febrero.
Cabe señalar que, en diversas partes del mundo, los Sacerdotes que la han visto han reaccionado de diversas maneras. “La reacción del Clero Diocesano fue más negativa que en la Compañía de Jesús, donde se estudió el asunto, se acepta como un caso histórico y, por lo tanto, una realidad que se impone”, explicó en entrevista el Padre Adolfo Nicolás, Sacerdote Jesuita, Superior General de la Compañía de Jesús, de 2008 a 2016, y quien pasó 44 años como Misionero en Japón.
“Es estremecedora, sí, es encantadora a veces; incluso en algunos momentos cómica, pero llega el momento en que hace temblar las piernas, hace sudar, porque no quisiéramos que esa decisión que se tiene que tomar, se dé. Es angustiosa en ciertos momentos y exige mucho del espectador, pero se darán cuenta, si se dejan impactar por las imágenes y los sonidos, que aunque es una película que dura más de dos horas, no van a querer levantarse de sus asientos. Es una de esas películas que nos dejan estáticos físicamente, pero que, internamente, nos despiertan muchas cosas”.
“No es sólo ver en la pantalla un itinerario de fe, sino es, por momentos, ver reflejado nuestro propio
itinerario de fe”.
Publicar un comentario