Yo leo Semanario
Pbro. Adrián Ramos Ruelas
PRIMERO, LECTOR
Desde hace veinte años, mi formación cristiana tiene una fuente segura: el Semanario Arquidiocesano, Órgano de Formación e Información Católica. Ágil de leer, con un estilo innovador, con las noticias al día, con la frescura y jovialidad de estilo que me permite disfrutar de la fe puesta por escrito, siempre lo recomendaré.
Me acuerdo muy bien de los primeros ejemplares. Siempre deseé tener un subsidio así. En los días que salió a la luz la primera publicación quería conocer a fondo mi fe cristiana, y puedo decir que llegó en el momento oportuno. Era económico, fácil de conseguir. Lo sigue siendo. Me detenía, por supuesto, en las Secciones que más me interesaban. En realidad, todo se me hacía atractivo: el Tema de la semana, muy en sintonía con la realidad iluminada por la Doctrina Cristiana; el Panorama Parroquial, que veía semana a semana. No me faltaba leer el chiste de la Sección Infantil; los famosos Nombramientos Eclesiásticos; la contraportada; la Sección Cultural; la Sección Editorial, y otras que perduran.
DESPUÉS, ¡COLABORADOR!
Desde los cinco años que ya se publicaba Semanario, tuve la suerte de colaborar en el Equipo del Seminario Diocesano para la Sección Semillero de Vocaciones. Desde entonces no dejo de escribir periódicamente también para otras Secciones: Fe y Doctrina, Formación, Actualidades, Cultura, etc. Ha sido una gran experiencia para mí ver mis propios Artículos publicados, saber que la gente los lee y les aprovecha. Semanario me ha visto crecer, primero como laico comprometido, después como seminarista y ahora en mis primeros años como Sacerdote.
FELICIDADES, ¡EQUIPO!
Ahora que Semanario llega a sus dos décadas como publicación periódica semanal y constante, recuerdo uno a uno los principales acontecimientos de los cuales ha sido fiel testigo: la preparación al Jubileo del Año 2000; el Congreso Eucarístico Internacional de 2004; las Beatificaciones de Mártires en 2005. Recuerdo muy bien cómo en una semana las publicaciones fueron diarias. ¡Qué labor tan profesional! La transición de Juan Pablo II y Benedicto XVI; las visitas de los últimos tres Papas a México, etcétera.
No me queda sino agradecer a todo el Equipo de Semanario precisamente por ser un gran equipo, y también por el espacio que me han brindado; en suma, por realizar un trabajo de calidad que deberíamos conocer todos los feligreses de la Arquidiócesis de Guadalajara.
Quiera Dios que sean muchos años más los que Semanario siga llegando a las Parroquias, a los hogares, a los ojos de los lectores, y que éstos se multipliquen. No sabemos en realidad el gran impacto y el mucho fruto que en cuatro lustros ha producido este importante subsidio. Una luz, un consejo, una noticia, un dato, una referencia ha motivado, posiblemente, un cambio de vida. ¡Gracias por esta empresa, inspirada, sin duda, por el Espíritu Santo, que nos trae semana a semana el palpitar de nuestra Iglesia Diocesana con toda su vitalidad!
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