Episcopado de México
hace propias las demandas
de los migrantes
En el marco de la 103 Asamblea Plenaria de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), los obispos alentaron a responder al sufrimiento de los migrantes, fomentando una vida digna y luchando contra la corrupción en el país.
En un comunicado difundido el 27 de abril, con el título “¡El grito de los migrantes es nuestro grito!”, los obispos mexicanos aseguraron que “escuchamos en el sufrimiento del migrante la voz de Dios que, como un grito, llama a nuestro corazón y nos invita a la acción”.
Ese grito, señalaron, es el “de los que empujados por la pobreza o la violencia abandonan su hogar para trabajar honradamente y contribuir al desarrollo del país al que han llegado, pero que, desde el camino, y aún en su destino, son obligados a vivir en las sombras, sufriendo soledad, maltrato, racismo y explotación”.
“Ese grito de los que están detenidos y de los que padecen un proceso de deportación. Ese grito dramático de los niños y de sus padres al ver desgarrada su familia por las expulsiones”.
Los obispos indicaron que ese sufrimiento es el “grito de la inadaptación y la impotencia de los repatriados que tienen que recomenzar sus vidas. Son vidas y sueños truncados. Son traumas y resentimientos que pueden alimentar violencia”.
“El grito de todos ellos es el grito de todos nosotros, como Iglesia ¡Es nuestro grito! Y, si somos humanos, debe ser el grito de todos”, aseguraron.
Los obispos mexicanos señalaron que el sufrimiento de los migrantes “nos exige superar la soledad del individualismo que nos hace vulnerables”, y aseguraron que “solo responderemos a este grito cuando juntos trabajemos por una vida digna para todos”.
Los prelados demandaron también que todos puedan acceder “a una educación que forme personas y ciudadanos” y tengan “oportunidad de un trabajo digno y un salario justo”.
“Por eso es urgente combatir la corrupción y la impunidad en cualquier ambiente, ya que destruyen la confianza, limitan el compromiso y frenan el desarrollo”, señalaron.
La CEM indicó que “a pesar de que algunas voces siembran pesimismo y desaliento, los cristianos somos animados por la luz de Cristo Resucitado, que ha vencido el mal y la muerte”.
“Nos alienta el esfuerzo de muchos hombres y mujeres que, con su congruencia personal, su vida familiar y su servicio creativo por el prójimo, hacen posible que esta sociedad mexicana no se quede a oscuras”, dijeron los obispos.
Previamente, el Arzobispo de Guadalajara, Cardenal, José Francisco Robles Ortega, Presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) señaló que “a los problemas sociales que a nivel nacional e internacional nos aquejan, es necesario responder con ojos y corazón de pastores”.
La asamblea del CEM tuvo como tema central la segunda fase del proyecto global de pastoral PGP 2031-2033, el cual busca lanzar una mirada amplia y profunda de manera sinodal frente a los desafíos que la Iglesia en México tiene actualmente, e invito a trabajar con la Doctrina Social de la Iglesia, la cual ofrece elementos para crear una cultura de democracia y de promover el bien común. Reconoció que el difícil escenario nacional también es parte del escenario eclesial que es el destino de nuestro pueblo e Iglesia.
Los obispos de México recibieron al Presidente de México, Enrique Peña Nieto y ofrecieron colaborar con toda la fuerza evangelizadora de la Iglesia por la reconciliación y la paz.
De igual manera los obispos reunidos en su CIII Asamblea Plenaria ofrecieron un mensaje a la Conferencia Episcopal Venezolana por la situación de inestabilidad política y social del país sudamericano: “La Conferencia del Episcopado Mexicano se solidariza y se une a los hermanos de la Conferencia Episcopal Venezolana y su pueblo ante la situación política, económica y social inestable en su geografía, pero con la fuerza de Cristo que ha vencido a la muerte, los fortalecerá, los sostendrá para dar esperanza a los fieles en la construcción de la unidad por el camino del diálogo”. (Con Información de ACI y Sergio Estrada).
Publicar un comentario