Para la Iglesia, los periodistas cumplen un papel esencial en la sociedad. Su objetivo profesional es dar testimonio del mundo que nos rodea y mostrar los muchos peligros y grandes esperanzas que encierra.
La libertad de información está en riesgo permanente en México. Los periodistas del ´señaló y del comentó´, no están en peligro, sino aquellos que construyen mapas verdaderos para mirar el mundo.
El periodista que está en peligro es el que no es neutral frente al dolor humano, el que hace periodismo social. El que detrás de las estadísticas encuentra personas con historias. El que escribe frases como “el narcotráfico está porque no hay Gobierno”; el que no es neutral frente a la guerra, el que hace periodismo por la gente.
El periodista que está en peligro es el que cree que es posible transformar a la sociedad con información. El que afirma que “si el narco tiene este poder, es porque el gobierno lo ha permitido, o porque está sometido, o porque es cómplice”.
El periodista que debe ser arropado por la sociedad, es el que mira con ojo crítico y no ha perdido la capacidad de indignarse, pero que al mismo tiempo mantiene la esperanza de que, con el periodismo, se puede cambiar la “normalidad mexicana” de la violencia y la impunidad.
Las autoridades de todos los niveles, federal, estatal y municipal, incumplen sus obligaciones de garantizar el derecho a la vida de los habitantes y de preservar la seguridad pública, sean periodistas o no.
La Oficina del alto comisionado para los Derechos Humanos, en la ONU, han expresado en reiteradas ocasiones su preocupación porque la vida de los periodistas mexicanos, país más violento, después de Siria.
Nunca como ahora se necesita hacer un periodismo por la paz, un periodismo no solo centrado en el conflicto, sino proactivo, que previene la violencia, humanizando todas las partes, que pone su atención en los daños sociales y culturales.
Una narrativa periodística que hace los conflictos transparentes y que explora la formación del conflicto, sus actores, donde se develan las propuestas y los objetivos. Orientado a la verdad, donde se exponen las mentiras de todas las partes, empoderando a la sociedad civil, y se da atención periodística a todos los que promueven una mejor sociedad.
Los periodistas necesitan ser arropados por la sociedad a la cual sirven, por eso la arquidiócesis de Guadalajara, aplaude y reconoce su esfuerzo y valentía, bendice su apasionada y rabiosa búsqueda de la verdad, y condena las agresiones, asesinatos y violencia contra los periodistas.

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