Ahora un gran jurado le acusa del asesinato en 1981 de Joshua Sawyer, de 11 meses, al inyectarle una dosis letal de un producto contra la epilepsiaLa enfermera, que trabajó en hospitales de San Antonio y Kerrville (Texas), cometió ambos crímenes en 1982, poco antes de su detención, y fue condenada en 1984. Ahora un gran jurado le acusa del asesinato en 1981 de Joshua Sawyer, de 11 meses, al inyectarle una dosis letal de un producto contra la epilepsia. "Jones es sospechosa de haber matado hasta 60 bebés", ha afirmado este sábado en una conferencia de prensa el fiscal del condado texano de Bexar, Nico LaHood, quién definió a la asesina como "el mal encarnado" y aseguró que la justicia "velará para que ella responda por sus crímenes". [caption id="attachment_67710" align="aligncenter" width="345"]
La enfermera Genene Jones.[/caption] El fiscal consideró que los niños murieron bajo circunstancias "inusuales" durante o poco después de los turnos de Jones, lo que la convierte en principal sospechosa. Hasta el momento se desconoce por qué no fueron detectadas antes las atrocidades cometidas por la enfermera.
Los registros médicos del hospital de San Antonio fueron destruidos "accidentalmente" en los años posteriores a los fallecimientos de la mayoría de estos bebésLo que si se sabe es que los registros médicos del hospital de San Antonio fueron destruidos "accidentalmente" en los años posteriores a los fallecimientos de la mayoría de estos bebés. Por su parte, el fiscal ha sentenciado que "hará todo lo posible" para identificar a cada uno de los recién nacidos a los que Jones asesinó. "No creo que ella mire al mundo de la manera que lo hacemos los demás", ha asegurado. La criminal, que está cumpliendo su condena en una cárcel de mujeres en Gatesville, podría salir en libertad en marzo de 2018 por buen comportamiento, gracias a las leyes de reducción de penas vigentes en el momento de sus primeras condenas. La madre de la única víctima mortal reconocida hasta ahora, Petti McClellan, ha aparecido en los medios de comunicación estadounidenses en los últimos años asegurando que está buscando a más familias perjudicadas por Jones. Conocida como "la enfermera de la muerte", si Jones sale finalmente de la cárcel, se le implantará un dispositivo GPS y no podrá tener ningún tipo de contacto con menores de 18 años. Además, tendrá prohibido visitar un centro médico a menos que esté buscando un tratamiento para sí misma. No obstante, las autoridades están trabajando para juzgarla nuevamente y que reciba otra condena antes de su puesta en libertad.
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