Alicia Fernández, técnico de Cáritas española, se encuentra en la República Democrática del Congo y aseguró que “la lucha contra el ébola debe darse en las comunidades más que en los hospitales, es a ellas a quienes hay que concienciar sobre la importancia de mantener las medidas higiénicas para evitar el contagio y la propagación de la enfermedad”.
Fernández también destacó la importancia de la acción de la Iglesia en la lucha contra esta epidemia ya que “no hay ningún otro actor local que pueda hacer lo que hace la Iglesia”, la cual “está implantada en la vida de las comunidades viviendo con ellos su día a día y por eso goza de la confianza y también porque desde el primer caso conocido está trabajando en la contención del brote”.
Según informa Cáritas española en un comunicado, en la Diócesis de Goma (Rep. Dem. del Congo) se ha registrado un segundo caso de ébola, por lo que los esfuerzos se centran en localizar a quienes han mantenido contacto con el afectado y adoptar las medidas necesarias.
En las diócesis de Butembo y Bunia, Cáritas ha distribuido en los últimos seis meses más de 157 mil kilos de ayuda a 23.561 personas enfermas y en cuarentena. También se han editado más de nueve mil carteles y nueve mil folletos informativos.
Uno de los trabajadores sociales de Cáritas explica que “si un maestro cae enfermo, todos sus alumnos son puestos en cuarentena, separados de sus familias. La atención a estas personas la presta Cáritas”.
La frontera con Sudán del Sur es otro de los puntos especialmente delicados en la propagación de la epidemia de ébola. Allí se encuentra la Diócesis de Mahagi, en donde se ha detectado un caso. Cáritas activó el protocolo de respuesta, asiló al paciente y contactó con su familia para desinfectar la vivienda, localizar a quienes estuvieron en contacto con ella y al personal médico que la atendió, así como los enfermos que estuvieron ingresados en el hospital al mismo tiempo.
Además todo el personal de los centros sanitarios de Cáritas en Mahagi está formándose para el control de esta enfermedad.
También se han establecido 22 puntos de control en los dos pasos fronterizos con Uganda y Sudán del Sur y por cada 10 casas Cáritas ha establecido un observatorio, es decir, una persona responsable de la sensibilización sobre la epidemia y de la vigilancia para la detección y el aislamiento de nuevos casos.
“Tenemos que contener la epidemia para que no alcance los campos de refugiados y desplazados internos, porque sería una catástrofe”, aseguró el director de Cáritas Mahagi.
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