Pongo más notas que usé para mi libro sobre el obispo francés, pero que no empleé:
Sobre a qué horas debían asistir: Todos a tercia, al comienzo de la misa mayor, vísperas y completas (…). A los maitines no estaban obligados a asistir; sin embargo, estaban asignados doce maravedís para los que fuesen cada noche.
En el cabildo de Palencia (…) había en 1481 al menos un 20% [de los canónigos] viviendo en público concubinato.
SÁNCHEZ HERRERO, J., «Vida y costumbres de los componentes del Cabildo catedral de Palencia a finales del siglo XV, Historia. Instituciones. Documentos, III (1976), pg. 501.
A los presbíteros se les impone es la de celebrar al menos cuatro veces durante el año
Ya expliqué (y extensamente) que una cosa como debe ser el oficio divino en sus horas naturales, y otra cómo se celebraba en las catedrales en el siglo XVII. Utilísimos me han resultado para el tema de cómo eran en realidad los oficios corales, el libro de Antonio Irigoyen López, Entre el cielo y la tierra, entre la familia y la institución: El cabildo de la Catedral de Murcia en el siglo XVIII.Y, por supuesto, el ya mencionado de Fátima Cotano, Los Estatutos Capitulares de la Iglesia de Coria (1586).
Como conclusión y lo he dicho varias veces: Los que desprecian la Iglesia del presente suelen tener una imagen idealizada del pasado. Nuestro episcopado es muy bueno si lo comparamos con el de la Edad Media o la Francia del Antiguo Régimen.
El gran problema de nuestra época es que un clero más formado y más honesto está inmerso en una generación enteramente contaminada con ideas mundano-progresistas. Y será inevitable que algunos sacerdotes y obispos (de algunas zonas geográficas más enfermas) no se vean contagiados, llevando eso a un cisma.
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