Otro cuadro del pintor Cabrera: una magnífica representación del asedio de Alesia.


Mi “libro” sobre un obispo provinciano del siglo XVII cuenta un día de su vida, un día normal; aunque sea el día de Navidad. Hasta ahora he descrito desde que se levanta hasta que ya sale de la misa mayor que ha habido en la catedral. Va a ir a almorzar a la casa de una familia de un barón.

Allí paseará por el jardín charlando. Después tomará algo ligero de cena, rezará completas y se irá a dormir. Es un resumen, porque hay varias cosas menores que describiré.

¿Pero qué me sugerís que haga ese obispo en esa jornada? Sugerencias. Pediros ayuda muchas veces me ha dado muy buen resultado. Tiene que ser algo ordinario. El libro trata de la vida ordinaria, normal, cotidiana. Y es un obispo mundano, no dado a la oración, hijo de un conde.

Por ejemplo, en la comida, la hija de la baronesa quiere ir a ver cómo rezan las completas los canónigos en la catedral, por la noche. Y el obispo decide acompañarla y presentarse por sorpresa. Lo cual me permite describir esa escena del coro en una catedral nocturna y desierta.
Llevo 40 páginas escritas. Espero que nadie haga conmigo una crítica terrible y despiadada como la he hecho yo del dibujo de la Crucifixión de ese pobre chico. En fin, no os despistéis en los comentarios: sugerencias.

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