Para ello, en el videoclip los niños acólitos interpretan la canción “Mi Caballo”, que era entonada por el Prelado durante sus recorridos evangelizadores y en varios programas de EWTN. Solo se hizo un arreglo en la estrofa final para dedicarla a Mons. Molloy.
El videoclip fue grabado en diferentes partes de Huancavelica.
Como su lema episcopal: “Amor con amor se paga”, el Prelado vivió su misión pastoral con un profundo amor al prójimo, promoviendo diversas iniciativas asistenciales. Con la canción “Mi Caballo” el Obispo ilustró la forma como recorría las tierras agrestes y pueblos lejanos de los andes peruanos, en el lomo de un caballo blanco.
Mons. Molloy “solía tocar la guitarra, cantar canciones, y entre ellas cantaba esta canción, haciendo referencia a las misiones que tenía por aquí, que tenía que ir a los pueblos a caballo y llegar a lugares alejados”, comentó el P. López a ACI Prensa.
El P. López señaló que “en un mundo donde las ideas contrastan, donde hay mucho relativismo, la música es un lenguaje que va al corazón y puede acercar muchas personas a Dios”, y de recuperar las raíces y tradiciones del país.
En el sitio web de los acólitos de Huancavelica, aseguran que “Mi Caballo” es una canción que quedará en los corazones como manifestación del amor del Mons. Molloy hacia los fieles y su labor pastoral.
Mons. William Dermott Molloy McDermott
“Monseñor Demetrio”, como lo llamaban los feligreses, nació en Dublín (Irlanda) el 10 de mayo de 1930, y entabló amistad con la fundadora del canal de televisión EWTN, la Madre Angélica.
El Prelado llegó al Perú en 1963 y fue el cuarto Obispo de Huancavelica (1982-2005). Supo meterse en el corazón de los fieles y difundió por todo el mundo su amor a la cultura quechua con sus cantos y su idioma.
Mons. Molloy es recordado y querido en Huancavelica, fue atento a los necesitados, promoviendo diversas iniciativas asistenciales como los comedores para 700 u 800 niños pobres.
También promovió los centros de estudios, como el Seminario Menor San Juan María Vianney, I.E. Teresa de la Cruz, el Instituto Pedagógico Santa Rosa y la Escuela de Música Santa Cecilia. Por intermedio de Cáritas, realizó obras de proyección social con los pobladores, de quienes se preocupó especialmente a nivel espiritual.
“La música la utilizaba personalmente para hacer oración, para llevar su pensamiento a Dios, pero también para llevar a las personas a Dios”, comentó el P. López, siendo parte de la herencia que dejó Mons. Molloy a sus feligreses.
Falleció el 19 de agosto de 2013 en Lima después de una larga enfermedad. Su cuerpo fue sepultado en Huancavelica.
Para apoyar a los acólitos a seguir desarrollando su don musical, puede comunicarse al correo: padrecarlos@outlook.com
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