Los católicos también fueron con la intención de rezar por otros reclusos y el personal de la prisión.
El acto ocurrió a las 8:00 p.m. del 24 de diciembre fuera de la cárcel ubicada en el lado oeste del centro de la ciudad.
Uno de los cantores, John McCauley, dijo a CNA –agencia en inglés del Grupo ACI– que solo querían “que el Cardenal supiera que era amado y recordado en Navidad”.
Las canciones incluyeron villancicos tradicionales como O Come All Ye Faithful y Once in Royal David's City, así como favoritos australianos como The Three Drovers. Los cantantes escribieron mensajes de apoyo y saludos navideños en una copia del libro de villancicos, que fue dejado al Cardenal Pell en la recepción de la prisión.
Después de los villancicos, un grupo de jóvenes católicos vietnamitas de Melbourne dirigió el rezo del Rosario a lo largo del perímetro de la prisión, la cual alberga a más de 300 reclusos. Se recitaron los misterios dolorosos por el Cardenal, personal de la prisión, otros reclusos, víctimas de abuso sexual y para “la reivindicación de los derechos de la Iglesia y la exoneración rápida y completa de Su Eminencia”.
Varios de los jóvenes vietnamitas que apoyaron al Cardenal Pell se inspiraron con el ejemplo del Cardenal Francis Xavier Nguyễn Văn Thuận, quien estuvo encarcelado por las autoridades comunistas en Vietnam durante 13 años, 9 de ellos en régimen de aislamiento. Ambos fueron amigos hasta la muerte del purpurado vietnamita en 2002.
McCauley dijo que la gente “se reunió espontáneamente después de que un individuo bajo el nombre de ‘Albert Dreyfus’ sugiriera la idea en las redes sociales ese mismo día”.
Albert Dreyfus era un oficial militar judío francés juzgado y condenado por traición por un tribunal secreto en 1895. Su caso polarizó el país y luego fue exonerado después de años de prisión.
El Cardenal Pell fue Arzobispo de Melbourne entre 1996 y 2001, cuando fue nombrado Arzobispo de Sydney. En 2014, el Papa Francisco lo designó como jefe de la recién creada Prefectura para la Economía, encargada de supervisar y reformar las finanzas del Vaticano.
En 2017 fue acusado de abusar sexualmente de dos coristas después de una Misa dominical mientras era Arzobispo de Melbourne en 1996 y 1997. Fue declarado culpable el 11 de diciembre de 2018 por cinco cargos de abuso sexual y sentenciado a seis años de prisión. Para solicitar la libertad condicional debe cumplir al menos tres años y ocho meses. El Purpurado mantiene que es inocente.
En noviembre, la Corte Suprema de Australia acordó escuchar su solicitud de permiso especial para apelar, luego de que el Tribunal de Apelaciones del estado de Victoria confirmó su condena en julio, en una decisión que dividió profundamente la opinión tanto en Australia como en el extranjero.
El Arzobispo de Sydney, Mons. Anthony Fisher, dijo que “acogió con satisfacción” el progreso del caso del Cardenal Pell ante la Corte Suprema.
“El Cardenal siempre ha mantenido su inocencia y continúa haciéndolo. La sentencia dividida del Tribunal de Apelaciones refleja la opinión dividida entre los jurados, los comentaristas legales y dentro de nuestra comunidad. Por el bien de todos los involucrados en este caso, espero que la apelación se escuche lo antes posible”, dijo Mons. Fisher en noviembre.
El Cardenal Pell, que sigue siendo arzobispo y miembro del Colegio de Cardenales, fue recluido en un régimen de aislamiento y no se le ha permitido celebrar la Misa en prisión. No se le permitió recibir visitantes el día de Navidad.
A principios de este mes, el ex primer ministro australiano Tony Abbot criticó a los opositores políticos por visitar al Cardenal Pell en prisión, y algunos políticos calificaron la visita de "vergonzosa" y un "insulto cruel" a las víctimas de abuso.
Abbot declinó hacer comentarios sobre las críticas más allá de decir que estaba "simplemente visitando a un amigo" en la prisión de Melbourne.
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