“Qué bonita es la familia, tal como Dios la ha pensado, como un reflejo de su comunión de amor trinitario”, afirmó el Prelado este 26 de diciembre en su carta semanal. “En la familia –señaló–, cada uno de los miembros vive para los demás, se alimenta de esas relaciones y crece en el amor verdadero, entregándose por amor”.
“De esta manera, la familia es escuela y camino de santidad. Puesto que la santidad consiste en parecerse a Dios, la familia es un ámbito propicio para ejercer las virtudes propias de la convivencia humana”, añadió.
En su carta, Mons. Fernández explicó que es en el hogar donde los esposos aprenden a entregarse mutuamente, “buscando que el otro sea feliz y llegue a Dios”. Además, es donde los padres velan porque los hijos “crezcan sanos de cuerpo y alma”, respirando el amor verdadero y aprendiendo “a hacer de su vida una entrega generosa”.
Asimismo, indicó, los abuelos aportan “sabiduría y paciencia como lubrificante de las relaciones familiares”, mientras los nietos aman y ofrecen ternura a los mayores. “Todo eso va configurando una trama de santidad en las relaciones de unos con otros, donde el sacrificio no echa para atrás, sino estimula a la generosidad de la entrega”, afirmó.
Tras destacar las iniciativas en la Diócesis de Córdoba a favor de la familia, Mons. Fernández indicó que “el Espíritu Santo suscita en su Iglesia nuevos carismas y formas para vivir el matrimonio como un camino de santidad”. Las amenazas y los riesgos son muchos, pero “la gracia de Dios es mayor y convierte todo eso en nuevas oportunidades de crecimiento”, afirmó.
“Educación para el amor, desde la niñez hasta el matrimonio o la vida consagrada. Apertura a la vida, que garantiza el relevo generacional. Atención a los mayores, tanto más necesaria cuando mayor sea su desvalimiento. Apoyo constante a los jóvenes para que afronten el futuro con esperanza. La familia es el lugar idóneo para acompañar y sostener a cada uno en el camino de la vida, la familia es verdadera escuela y camino de santidad”, añadió.
“Teniendo a la Sagrada Familia de Nazaret -Jesús, María y José- como referente, pedimos hoy especialmente por nuestras familias, para que reine en ellas el amor de Dios y cada uno de sus miembros llegue a la santidad plena a la que Dios nos llama”, culminó Mons. Fernández.
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