En la nota publicada este lunes 30 de diciembre, Fides precisa que son la palabra misioneros no solo se refiere a los sacerdotes o religiosas, sino también a todos aquellos bautizados comprometidos con la evangelización que han muerto de manera violenta, aunque no necesariamente por odio a la fe.
Por eso, indica la nota, “preferimos no usar el término ‘mártires’, –excepto en su significado etimológico de ‘testigos’– con el fin de no entrar en el juicio que la Iglesia pueda hacer sobre algunos de ellos proponiéndolos, después de una cuidadosa consideración, para la beatificación o canonización”.
La mayoría de los misioneros asesinados este año han sido sacerdotes.
Los misioneros que perdieron la vida de manera violenta en 2019 “fueron 18 sacerdotes, un diácono permanente, 2 religiosos no sacerdotes, 2 monjas y 6 laicos. Tras ocho años consecutivos en los que el mayor número de misioneros asesinados se había registrado en Estados Unidos, desde 2018 África encabeza este trágico ranking”.
Solo en África fueron asesinados 12 sacerdotes, un religioso, una religiosa y una laica. En América fueron asesinados 6 sacerdotes, un diácono permanente, un religioso y 4 laicos.
En Asia, una mujer laica fue asesinada. Y en Europa, una religiosa fue asesinada.
Fides también resalta que existe una especie de “globalización de la violencia” ya que, mientras que en el pasado los misioneros asesinados se concentraron principalmente en un país concreto o zona geográfica, en 2019 el fenómeno parece más generalizado y extendido.
Los asesinatos este año ocurrieron en 10 países de África, 8 de América, entre los que están México y Colombia; uno de Asia y uno de Europa.
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