Según detalla the New York Post, del 14 al 28 de abril, seis de los 17 sacerdotes que se encontraban en la enfermería de la instalación, donde se atiende a los casos más delicados de la residencia, fallecieron por el COVID-19 en hospitales locales.
El 17 de abril, el centro, que se encuentra cerca al campus de la Universidad de St. Joseph, fue evacuado debido a que todos los sacerdotes que viven en la residencia dieron positivo al virus.
En declaraciones de los jesuitas a los medios locales, indicaron que el primer consagrado en fallecer fue el P. Richard Dimler, de 88 años.
El P. Dimler nació en Baltimore, pero se mudó a Nueva York, donde durante 34 años enseñó alemán e informática en la Universidad de Fordham.
El día en que evacuaron la residencia, fallecieron con pocas horas de diferencia los sacerdotes P. Francis Moan y P. John Lange, ambos de 93 años de edad.
El P. Moan fue director de la escuela preparatoria Loyola Blakefield para niños en Maryland y el P. Lange fue ministro de la Universidad de Scranton.
El P. Edward Dougherty, de 79 años, fue el último sacerdote en fallecer.
“Pasó la mayor parte de su carrera en Maryland y Sudáfrica antes de mudarse a Manresa Hall a principios de este año”, indicó the New York Post.
El portavoz de los jesuitas, Mike Gabriele, indicó que el 25 de abril el Centro Manresa Hall reabrió sus puertas y que “en este momento todos los hombres están en buenas condiciones”.
“Todos los casos sospechosos de COVID-19 están siendo monitoreados y manejados adecuadamente en todas las comunidades jesuitas”, subrayó.
Gabriele agregó que el personal y los residentes están provistos del equipo de seguridad necesarios para evitar los contagios.
“Los jesuitas lamentan la pérdida de sus hermanos, y continúan rezando por todos los que luchan contra el coronavirus y sus cuidadores”, concluyó.
Publicar un comentario
Click to see the code!
To insert emoticon you must added at least one space before the code.