En un artículo publicado en el National Catholic Register, el Dr. Grondelski, que también tiene estudios en Teología Moral por la Universidad de Fordham e interés en el pensamiento de San Juan Pablo II, dijo que el famoso villancico es uno de sus favoritos porque “muestra esta noción de la venida de Jesús como obra de reconciliación”.
“Hark! The Herald Angels Sing” es un villancico compuesto por Charles Wesley y George Whitefield, los fundadores del metodismo, y publicado en 1739. Cada uno de los versos muestra la alabanza de los ángeles al nacimiento del Niño Dios como “Rey” y “Príncipe de la Paz” que vino al mundo para reconciliar a los pecadores con el triunfo de la resurrección sobre la muerte.
La letra de la canción muestra al “pecado como el problema que hace necesaria la Navidad ¿Qué cantan los ‘ángeles heraldos’? Glorifican al Rey recién nacido. Se hacen eco de la Buena Nueva que los pastores escucharon sobre ‘¡Paz en la tierra!’”, dijo.
Grondelski dijo que los autores del villancico aclaran en los versos que la razón de que existe “Paz en la tierra y benigna misericordia” es que “Dios y los pecadores [están] reconciliados”.
El teólogo explicó a partir de citas bíblicas por qué el pecado es el gran problema que nos aparta de vivir en sintonía con Dios. “El pecado nos roba la paz, por eso las primeras palabras de Jesús a sus Apóstoles en la noche del Domingo de Resurrección son ‘¡La paz sea con ustedes!’, no ‘Hola’; no ‘me perdí de verte en el Calvario’, ni siquiera ‘Buenas noches’”, dijo.
“Sus siguientes palabras refuerzan el vínculo entre paz y reconciliación, porque son el texto en el que la Iglesia ha visto tradicionalmente la institución del Sacramento de la Reconciliación: ‘Como el Padre me envió a mí, así yo os envío. Recibe el Espíritu Santo. Si perdonas los pecados de los hombres, son perdonados; si los tienes atados, están sujetos’”, agregó.
En ese sentido, afirmó que tal y como “la curación del pecado, especialmente por el Sacramento de la Reconciliación, pende sobre la Pascua, también se cierne sobre la Navidad. El sentido de este día es que ‘Dios y los pecadores [están] reconciliados’”.
En el versículo dos del villancico se recuerda que el Niño Jesús “no es un niño común. Aquí, en las oscuras calles de Belén ‘brilla la Luz Eterna’. Aquí, en este Niño, está el Dios Verdadero y el Hombre Verdadero, que está aquí por amor. Tiene un nombre, Jesús. Él es ‘nuestro Emmanuel’, ‘Dios con nosotros’”.
Finalmente, en el último versículo “se captura la esencia” del tema de la Navidad como reconciliación.
En el texto se menciona las palabras que “pronunció Zacarías en el nacimiento de su hijo, Juan el Bautista, cuya figura nos acompaña en estos días de Adviento”. “Cristo viene para traer ‘Luz y vida’ a ‘los que moran en tinieblas y sombra de muerte, y para guiar nuestros pies por el camino de la paz”, dijo.
En ese sentido, afirmó que “Jesús viene para ‘sanar’, lo que nos lleva de regreso a la pregunta de en qué necesitamos ser sanados”, y este es “el pecado”. Citando frases bíblicas, dijo que “Él viene para que ‘el hombre no muera más’ eternamente, y continúa viniendo sacramentalmente para que nunca muramos”.
“Él viene a la tierra para elevarnos de lo terrenal, para darnos un ‘segundo nacimiento’, sin el cual no hay entrada al Reino de los Cielos”, subrayó.
“Estas obras de Jesús, estas preciosas riquezas que Él pone para tomarlas, dan gloria al Rey Recién Nacido”, dijo. Explicó que tal y “como observó San Ireneo en su obra ‘Gloria Dei vivens homo’: ‘La gloria de Dios es el hombre plenamente vivo’, algo que Dios hace posible si tan solo el hombre aprovechara la oportunidad”.
A partir de esta reflexión, Grondelski llamó a cuestionarnos si la reconciliación con Dios está dentro de los “planes” que tenemos para celebrar esta Navidad.
“Si la Navidad se trata de ‘Dios y los pecadores reconciliados’, ¿está eso en mis planes? Muchas parroquias ofrecen oportunidades adicionales para la confesión antes de Navidad. Como dice la campaña de Adviento, ‘la luz está encendida’. Esa luz, tu estrella de Navidad, está brillando. Síguelo y te llevará a Cristo. ¿Estás listo para seguirlo?”, dijo.
“Jesús está esperando, preguntando cuánto tiempo tiene que seguir esperándote. Ofrece todo lo necesario, la mejor carne y bebida. La sabiduría dice: ‘Ven, come mi pan y bebe el vino que he mezclado’”, añadió.
Por ello, animó a dejar de lado el materialismo y consumismo propio de estas fechas festivas y en lugar de ello, acudir “sin miedo” a reconciliarnos con Dios.
“Dios pregunta, ¿qué estás esperando? ¿Por qué centrarse ‘en lo que no es pan y trabajo que no satisface? Escúchame y come lo bueno y te deleitarás con la comida más rica’. ¿Realmente se sentirá mejor después de otra hora de agotar su tarjeta de crédito en las compras navideñas?”, dijo.
Grondelski dijo que esto puede deberse al miedo, por ello, aconsejó seguir el mensaje de “otro himno de Navidad que da sentido a lo que sucedió esa noche hace mucho tiempo en Belén: ‘las esperanzas y los temores de todos los años, se cumplen en ti esta noche’”.
Recuerda que “Cristo ‘nació para resucitar a los hijos de la tierra', ¡así que vaya a la confesión!” y “no tengas miedo”, dijo. “Que estas noches previas a la Navidad sean un kairós, un momento de gracia, para ‘no tener miedo’ y buscar la paz en la tierra que los ángeles con la garantía divina prometen”, concluyó.
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