Este domingo 29 de noviembre, los grupos de la pastoral llevaron la corona de Adviento a las personas necesitadas y pidieron estar atentos a Jesús, que se hace presente entre los más pequeños y humildes.
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Mesa Tendida, un grupo de la pastoral que pertenece a la parroquia Santa Bernardita, compartió, como cada domingo, un almuerzo con las personas en situación de calle y les ofreció un espacio de encuentro y fraternidad.
Una de las voluntarias, Brenda, indicó a la Arquidiócesis que durante el rezo “las personas rodearon la Corona para que se pudiera prender la luz. Y lo más interesante es que todos colaboraban para que la lucecita de la vela se quede prendida”.
La joven indicó que luego de leer las oraciones, se invitó a preparar el corazón para “la nueva venida del Niño Dios y que Jesús bendijera esos alimentos que estaban recibiendo y que nunca les falten”.
Además, Aldana, otra joven que pertenece a este grupo, señaló que la experiencia fue hermosa y resaltó que “sintió la presencia de Jesús”.
“Los chicos recibieron este gesto con mucha apertura y buena predisposición. Entregaron en la oración las cosas que cada uno tenía dentro de su corazón con mucha confianza y con mucha fe”, agregó.
La Arquidiócesis indicó que junto a Mesa Tendida, también participan los grupos “Upa” de la parroquia Santiago Apóstol y San Nicolás; “Grupo Olla” de la parroquia San Miguel Arcángel; “Los amigos de la calle” del movimiento de Schoensttat; el merendero Consolata de la parroquia Nuestra Señora de la Consolata; “Kerygma” de la parroquia Sagrada Familia; el grupo “Hijos de la Virgen”; “Casa de Asistencia La Merced”, del templo Nuestra Señora de la Merced; comedor “Padre Tarcisio Rubin” de Pastoral de Migrantes; Pastoral Guadalupe; Pastoral “San Alberto Hurtado” de la parroquia Nuestra Señora del Líbano y la Pastoral “Cura Brochero” de la parroquia San Pedro y San Pablo.
Finalmente, señaló que la Pastoral de la calle es la “encargada de nuclear y estar al servicio de los grupos” y tiene la misión sinodal de caminar como Iglesia “en un mismo horizonte en la tarea apostólica con los más pobres”.
“Cada día de la semana, un grupo distinto acompaña a los hermanos de la calle ofreciendo un plato de comida, estableciendo lazos de amistad y colaborando con diferentes tipos de ayuda”, concluyó.
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