En un mensaje difundido el 3 de julio, Mons. Garfias Merlos resaltó que “este periodo de descanso, aún en tiempo de contingencia, es también una oportunidad para hacer una revisión profunda de nuestras vidas, para la meditación y la reflexión, en el silencio y la escucha, entrando en contacto con la naturaleza”.
“Los invito a ver las vacaciones como tiempo importante de nuestra existencia”, señaló.
Este tiempo, indicó, puede servir “para interrumpir el ritmo de la vida ordinaria, tiempo que nos descansa física y espiritualmente, y que nos ofrece la posibilidad de recuperar los aspectos más profundos de la existencia y del quehacer humano”.
“En los momentos de descanso, y en particular, durante las vacaciones, el hombre está invitado a tomar conciencia de que el trabajo es un medio y no el fin de la vida”, expresó.
Además, señaló, “tiene la posibilidad de descubrir la belleza del silencio como espacio en el que se reencuentra consigo mismo para abrirse a la acción de gracias y a la oración”.
El vicepresidente de la CEM expresó su oración a Dios para que “todos sepan aprovechar este tiempo de descanso, redescubriendo su dimensión contemplativa y espiritual”.
“Que en este periodo de descanso descubramos las huellas de Dios en el ciclo que se cierra en nuestras vidas”, añadió.
“Que sean días para renovar la vida y nuestras relaciones de amistad y de familia”, concluyó.
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