, 30 Ago. 21 (ACI Prensa).- Los Obispos de Bolivia expresaron su preocupación “ante la deplorable situación de los derechos humanos y la manipulación de la administración de la justicia” del país.
En un mensaje difundido este 30 de agosto, los Obispos expresaron que el “sistema judiciario ha pasado a ser una herramienta de revancha en manos de los que detentan el poder” y desconoce el “conjunto de derechos y libertades en democracia, propio de un Estado de derecho”.
El sistema de justicia, continuaron, desconoce también “la independencia de poderes, dañando gravemente la democracia y causando indefensión y sufrimientos en tantos ciudadanos”.
“En un país democrático, no es aceptable que entre el 70 y el 75% de la población carcelaria se halle sin sentencia y privada de libertad, a menudo en condiciones infrahumanas”, señalaron.
“No olvidemos que la vida y la dignidad de toda persona son derechos humanos fundamentales e inalienables y que todos debemos respeto y sumisión a la verdad de los hechos”, añadieron.
También se refirieron al caso de Jeanine Áñez, expresidenta interina de Bolivia entre noviembre de 2019 y octubre de 2020, que hoy se encuentra detenida por las acusaciones de terrorismo, sedición y conspiración que supuestamente propiciaron el derrocamiento del expresidente Evo Morales.
Cabe recordar que la tensión política en Bolivia se incrementó luego de que Evo Morales fuera acusado de fraude electoral, tras convocar a unas nuevas elecciones luego de los controvertidos comicios del 20 de octubre de 2019.
Su objetivo era lograr su cuarto periodo consecutivo como presidente. Sin embargo, tras un duro informe de la Organización de Estados Americanos (OEA) sobre las elecciones y supuestas amenazas contra el exmandatario, Morales renunció el 10 de noviembre de 2019.
Fue entonces que, por derecho constitucional, Áñez asumió la presidencia interina de Bolivia. La crisis política se agudizó, y con la llegada de la pandemia del coronavirus el país se sumió en una crisis económica y social.
Áñez dejó el cargo poco antes de las elecciones presidenciales del 18 de octubre de 2020, que dieron como ganador a Luis Arce, del partido Movimiento Al Socialismo (MAS), al que pertenece Morales.
El expresidente de Bolivia regresó al país el 11 de noviembre de 2020, el primer día de gobierno de Arce, luego de haber recibido asilo en México y en Argentina.
Áñez fue detenida el 12 de marzo por orden de la Fiscalía de Bolivia, junto a otros colaboradores de su gobierno, jefes militares y de la Policía.
Los Obispos explicaron que la situación de Áñez es “especialmente preocupante por la evidente conculcación de su derecho a defenderse en libertad y al debido proceso, además del trato falto de piedad recibido”.
“No se puede seguir ignorando los derechos fundamentales reconocidos por nuestra Constitución y pasar por alto el principio de presunción de inocencia; menos aún, usarlo arbitrariamente”, insistieron.
En ese sentido, los Obispos pidieron una “verdadera reforma del sistema judicial que recupere la administración de la justicia transparente, imparcial e independiente” porque “solo así se puede garantizar el estado de Derecho y la democracia, la dignidad de toda persona y el bien común, la unidad y el desarrollo verdadero y pleno de nuestra sociedad”.
Para ello aseguraron que se requiere un “amplio acuerdo nacional, en el que tengan representación todos los sectores políticos y sociales, con espíritu de diálogo, de paz y respeto mutuo”.
Los ciudadanos también tienen que colaborar en la reconciliación y “crear un clima fraterno y pacífico, dejando a un lado lo que divide, incluso la violencia verbal, y buscando lo que nos une”, afirmaron.
“Todos estamos llamados a la reconciliación y a la paz, pues lo que nos hace impuros no proviene de fuera sino del corazón”, señalaron, citando el Evangelio de San Marcos 7,15-21.
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