Como es tradición cada miércoles, el Santo Padre realizó la audiencia general en la que pronunció su catequesis semanal, y también encontró personalmente a algunos grupos de peregrinos. Tal fue el caso de una delegación de representantes de las Misioneras Franciscanas del Verbo Encarnado, Congregación italiana que actualmente está llevando a cabo su Capítulo general en Asís.
Por ello, al dirigirse a los fieles de lengua italiana, el Pontífice las saludó especialmente y las animó publicamente a “continuar con la alegría en el seguimiento de Cristo”.
Pero este no ha sido el único signo de cercanía que el Papa Francisco ha tenido con estas mujeres consagradas. Por ejemplo, recientemente, respondió a una carta personal dirigida a la Madre general, la hermana Fátima Godiño, en la cual aseguró sus oraciones y les aconsejó vivir este encuentro “en una actitud de plegaria incesante y de estudio de todo aquello que pueda ofrecerles luces y criterios para mejor responder a la llamada de Dios en las circunstancias actuales”.
UNA LETTERA IMPORTANTE. Papa Francesco ha risposto la lettera che la nostra Madre generale, sr Fatima, gli ha inviato per la festa di San Pietro e Paolo.
Accogliamo i suo preziosi suggerimenti per il nostro Capitolo generale e ci impegniamo a pregare per lui. @Pontifex_it pic.twitter.com/n5UTF68G2l
Además, al finalizar la audiencia general del pasado 1 de septiembre, el Santo Padre saludó personalmente al grupo formado por alrededor de 30 personas -principalmente eran consagradas que viven en Italia, Uruguay, Angola, Brasil y Bolivia- con quienes bromeó y en un ambiente cordial les preguntó cómo iba el Capítulo general, les ofreció algunos consejos y firmó una copia de uno de los libros sobre la fundadora de la Congregación, la venerable Madre Giovanna.
En declaraciones a ACI Prensa, la hermana Fátima Godiño, agradeció “la respuesta del Papa en la que nos invita a perseverar con alegría en el seguimiento a Jesús, y por lo que se refiere al Capítulo, a rezar, estudiar y discernir todos los temas que nos ayudan a responder mejor en nuestro tiempo actual”.
Sobre el reciente encuentro personal con el Santo Padre, la hermana Fátima afirmó “nos sentimos muy contentas, bendecidas, por haber encontrado al Papa al final de la audiencia general, intercambiar algunas palabras y compartir ese momento durante la foto de grupo” y confió “tuvimos la gracia también de compartir un pequeño regalo de nuestra tierra rioplatense”.
Misioneras Franciscanas del Verbo EncarnadoLa hermana Fátima Godiño describió que la Congregación, fundada en 1930, "Missionarie Francescane del Verbo Incarnato" (MFVI) está compuesta actualmente por “23 fraternidades en el mundo presentes en cinco países: Italia, Uruguay, Brasil, Bolivia y Angola” y agregó que “también hay consagradas procedentes de otros países: Argentina, Suiza, Turquía, República Centroafricana y Tanzania”.
Sobre la actividad pastoral de la Congregación, la religiosa recordó las palabras de su fundadora, Madre Giovanna, quien repetía “para mis Hijas, en el Espíritu de Cristo, todo es digna misión" y añadió que “no obstante, consideramos todo ‘digna misión’, privilegiamos la visita a las familias, la inserción en la pastoral parroquial y la presencia caritativa junto a todos los que se encuentran en necesidad”.
En esta línea, la consagrada explicó la importancia en la misión de “preparar los caminos del Señor” y, para ello, la necesidad de ser “humildes precursoras de Cristo en los caminos del mundo” para salir “al encuentro de los hombres que sufren y se pierden para ayudarlos y llevarles el amor y la paz a través de la Palabra”.
Al describir el carisma de la Congregación, la hermana Fátima Godiño señaló “que el Verbo hecho carne sea para cada una de nosotras Camino, Verdad y Vida” por lo que “acogiéndolo con fe en la Palabra, reviviendo su Misterio en la Eucaristía, viéndolo en los hermanos y contemplándolo en sus múltiples manifestaciones lo reconocemos como ‘Luz de los hombres’ y progresamos en nuestra vocación”.
Misiones fuera de ItaliaAdemás de las 14 fraternidades en Italia en las cuales realizan diferentes tipos de misiones, las Misioneras Franciscanas del Verbo Encarnado realizan su labor pastoral en América Latina y África.
Por citar algunos ejemplos en Latinoamérica, la hermana Fátima destacó que algunas de las religiosas “en Uruguay trabajan con jóvenes rurales que no podrían acceder a la educación formal (Molles y Guichón); se trabaja con migrantes (Fortín de Santa Rosa) en barrios periféricos (como el de Barrio Unidos); en Villamontes (Bolivia) un centro para personas con discapacidades múltiples; en Maranhao (Brasil) se impulsa el Programa ‘Vida Nova’ para la asistencia a niños y niñas en situación de vulnerabilidad y en la periferia de Porto Alegre en la educación no formal”.
Asimismo, Godiño describió que en Angola “se colabora con los Frailes Capuchinos en un centro de acogida a niños sin familia o expulsados de las mismas (“Centro Frei GIorgio Zulianello”) en M'Banza Congo”.
Entre otras labores recientes, la consagrada recordó también una “misión inter-congregacional en Kirscheir (Turquía) para acompañar a familias iraquíes prófugas” y agregó que favoreció a esa misión el hecho de que una de las hermanas es turca.
Madre GiovannaPor último, la hermana Fátima Godiño destacó cuál es la herencia de su fundadora ya que “mucho, sino casi todo, de lo que Madre Giovanna vivió, enseñó y escribió tiene una gran actualidad hoy”. Por ello, citó algunas de las palabras que la misma fundadora escribió a los 80 años en el volumen “Historia pequeñísima” en el que relató la historia de su vida.
“¡Consagrada al misterio del Verbo Encarnado no he querido, y no quiero otra cosa, más que ir hacia un mundo que necesitamos salvar, revelando a los hombres la bondad de Dios, especialmente con el ejemplo, con una donación caritativa que difunde el perfume de Él!”. “Mi único deseo es bajar, como Él, entre los hombres, para encontrar aquello que está perdido, y aquello que debe ser salvado… encontrar a todos con la mayor cordialidad y apertura, para atraer a todos hacia el Señor”. Alcanzar las “familias de cualquier ambiente, para llevar delicadamente el socorro y la luz, asistiendo con generosidad a los enfermos y moribundos. ¡Sostener a los que dudan, levantar a los oprimidos, consolar a los afligidos, valorando en cada individuo necesitado el infinito valor del alma, es para mí el sacrosanto empeño de la Misionera del Verbo Encarnado; teniendo presente siempre que solo un alma vale más que todo lo creado!”. “Con las admirables aperturas del Concilio Vaticano II, que es como la nueva pista divina, de nuestro caminar, mis Hijas deben estar abiertas a todas las Obras, como ‘mujeres fuertes’ ancladas en la ‘Caridad del Evangelio’ y adornadas del genuino espíritu franciscano de sencillez, de pobreza, de ardor, de cordialidad y de perfecta alegría. ¡Este último, debe constituir su honor y su gloria! ¡Franciscanas, o muertas! ¡Lo repito con énfasis, siendo este mi lema secreto de marcha de alma! Así sea”.Para conocer más sobre los proyectos en las diferentes misiones, o incluso apoyar en alguno de ellos, haga click AQUÍ.
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