“El próximo domingo iré a Budapest para la conclusión del Congreso Eucarístico Internacional. Después de la Misa, mi peregrinación continuará durante unos días en Eslovaquia, y concluirá el miércoles siguiente con la gran fiesta popular de Nuestra Señora de los Dolores, Patrona de ese país”, dijo el Papa después del rezo del Ángelus este 5 de septiembre a numerosos fieles reunidos en la plaza de San Pedro.
Por ello, el Pontífice saludó con afecto a los que han preparado este viaje y les dio las gracias, así como también “a los que me esperan y a los que yo mismo deseo encontrar de todo corazón”.
“Serán días marcados por la Adoración y la oración en el corazón de Europa”, indicó el Papa.
En esta línea, el Santo Padre pidió a todos “que me acompañen en la oración, y confío mis visitas a la intercesión de tantos heroicos confesores de la fe, que en aquellos lugares dieron testimonio del Evangelio en medio de la hostilidad y la persecución”.
Finalmente, el Papa rezó para que los testigos de la fe en esta tierra “ayuden a Europa a dar testimonio también hoy, no tanto con palabras, sino sobre todo con hechos, con obras de misericordia y de hospitalidad, de la buena noticia del Señor que nos ama y nos salva”.
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