1. No comenzar por el principio
En el primer apartado, la plataforma de evangelización online señala que “si uno desea disponerse al estudio serio de la Palabra de Dios y su lectura con un corazón orante, no siempre es buena idea comenzar por el libro del Génesis”.
Recordó que el Génesis no fue uno de los primeros libros en ser escritos y que “está lleno de lenguaje simbólico”, por tanto, “la mayoría de los especialistas recomiendan acercarse a la Biblia desde los Evangelios, las cartas de los apóstoles y lo último que sean los libros del Antiguo Testamento”.
2. Es mejor revisar el Evangelio del día que tomar lecturas al azar
Catholic Link señala que si bien tomar lecturas bíblicas al azar es una práctica muy frecuente en grupos católicos o en otras denominaciones cristianas, es preferible “revisar las lecturas que corresponden a hoy y que se leen y rezan en todo el mundo, en todas las Eucaristías”.
“Dios nos habla a través de la Iglesia, su palabra es fresca y nueva cada día y no es necesario usarla como si se tratara cartas de Tarot o dados, que dependiendo del azar dicen una cosa u otra. Dios tiene un mensaje para ti hoy, que la Iglesia ha discernido desde hace siglos y que sin duda hasta nuestros tiempos tiene sentido en nuestras vidas”.
3. El contexto es fundamental para comprender el texto
El artículo precisa que “tanto para comprender conceptos como para interpretar los textos es fundamental comprender el contexto histórico, social, cultural e incluso económico en que cada uno de los Libros Sagrados fue escrito”.
“La interpretación de los textos cambia radicalmente cuando se sabe a quién iban dirigidos y por qué habían sido escritos”, explica.
Asimismo, asegura que es muy importante tener en cuenta este punto para interpretar bien el texto “y no cometer torpezas y terminar juzgando a los demás en nombre de Dios”.
4. Ora con la Biblia para descubrir “la voz de Dios”
“Hacer oración con la Biblia, es una de las cosas más provechosas en el camino espiritual de los cristianos y para esto, el método por excelencia es la Lectio Divina, una forma de oración que, si bien podría parecer un poco ‘racional’, nos ayuda a abrir el entendimiento y el corazón para descubrir la voz de Dios a través de su palabra”, propone Catholic Link.
5. No te quedes con la primera Biblia que encuentres
Entre las traducciones existentes de la Biblia “hay algunas más precisas que otras y al mismo tiempo algunas más difíciles de leer que otras”, por ello, la propuesta es “tener más de una traducción de la Biblia” para mayor precisión y, a la vez, “tener una de cabecera, la favorita, esa que en su lenguaje, te ayuda a comprender de mejor forma los misterios de Dios”.
6. Usa las notas a pie de página
Este último tip se refiere a la exégesis bíblica, es decir, lo que los biblistas llaman al “ejercicio que se realiza cuando se cruzan los textos y se encuentran coincidencias entre ellos”.
“Cosa muy común en los Evangelios, en donde incluso de forma explícita los autores sagrados hacen referencia a diferentes profecías que hablaban de Jesús y que se iban cumpliendo en Él”, explica Catholic Link.
En este punto, el consejo es usar las notas al pie de página de la Biblia, que traen referencias a otros textos, como los distintos Evangelios o las cartas de los apóstoles o algún libro del Antiguo Testamento.
Esta acción también “nos ayuda a comprender aquello a lo que nos referíamos antes, del contexto, de los porqué, de las formas y costumbres de la época o bien nos ofrece una interpretación de parte de la Iglesia a algún texto confuso y de difícil comprensión. Nunca abandones un pasaje sin antes revisar si tiene referencias a otros textos o si hay algo sobre él en el pie de página”, concluye el artículo.
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