En el marco del recuerdo de la mediación del San Juan Pablo II durante el conflicto por el Canal de Beagle, la primera mandataria y los obispos coincidieron en destacar la figura de Francisco en la mediación que posibilitó el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y los Estados Unidos.
Según definió un colaborador de la Comisión Ejecutiva, la reunión se desarrolló en un clima ameno y de "cordialidad", por espacio de 30 minutos. Al final de la visita, los obispos obsequiaron un pesebre artesanal realizado por las hermanas benedictinas de la abadía de Santa Escolástica.
Visitaron a la presidenta el Arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz y presidente del episcopado, Mons. José María Arancedo; el Arzobispo de Buenos Aires y vicepresidente primero, Cardenal Mario Poli; el Arzobispo de Salta y vicepresidente segundo, Mons. Mario Cargnello; y el Obispo de Chascomús y secretario ejecutivo de la comisión, Mons. Carlos Malfa.
Por parte del gobierno, participaron del encuentro el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich; el canciller Héctor Timerman, y el secretario de Culto, Guillermo Oliveri.
El cardenal Poli lamentó que no haya un pesebre
El Cardenal Poli observó que no había un pesebre junto al árbol de Navidad de la Casa Rosada y le preguntó los motivos a la jefa de Estado.
Enseguida, la primera mandataria mandó al nuevo secretario general de la Presidencia, Aníbal Fernández, para que consiguiera uno.
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