Según informó la agencia vaticana Fides, unos 700 cristianos de Gaza han recibido este año el permiso de Israel para ir a Belén y celebrar la solemnidad de la Navidad en el lugar donde nació Jesús.
Sin embargo, serán muchos menos los que realmente podrán viajar a las ciudades de Cisjordania, dadas las dificultades cotidianas compartidas por los cristianos en Gaza tras un año marcado por la intervención militar israelí en la Franja que causó miles de muertes.
Tras la celebración de la Misa en la parroquia Sagrada Familia –la única iglesia católica en Gaza-, Mons. Twal afirmó a Fides que “he encontrado nuestra Iglesia unida”, con “nuestros fieles que viven una fuerte comunión con los cristianos ortodoxos”.
“En Gaza no se ve la grandeza del mundo y el poder efímero del mercado. Está sólo la pequeñez custodiada por el Señor. Un pequeño grupo de almas marcadas por circunstancias difíciles y dolorosas, que ponen su esperanza en Jesús. Y la imagen de la verdadera Navidad”, afirmó.
Así, reflexionando sobre los sufrimientos en Medio Oriente, Mons. Twal dijo que “siempre nos ha conmovido leer en los Evangelios que María y José no encontraron sitio en la posada, y que el Niño Jesús nació en una cueva. Hoy en día, entre los millones de refugiados, hay muchos niños que desearían poder dormir en una cueva como aquella en la que nació el Salvador. Para ellos sería casi un lujo”.
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