Para Mons. Eguren, es de esperarse que el mundo olvide a estos hermanos, pero los fieles de la Iglesia Católica no deben hacerlo, ni siquiera cuando sean de otras confesiones cristianas como evangélicos, coptos u ortodoxos.
El Arzobispo recuerda luego que hay 200 millones de cristianos perseguidos en el mundo y que 50 millones no pueden vivir libremente su fe. Estos son los signos muestran que el derecho a la libertad religiosa se ha deteriorado. Además, también indica que el número de cristianos en Medio Oriente se redujo del 20 al 4 por ciento en los últimos tiempos.
El Arzobispo pídió luego ponerse en el lugar de los perseguidos en distintas partes del mundo y afirmó que “gracias a Dios en el Perú gozamos de libertad religiosa y de culto. Pero imaginémonos por un momento que el drama de nuestros hermanos fuera el nuestro: Que nuestras iglesias y templos fueran destruidos y no tuviéramos la libertad para celebrar la Eucaristía y reunirnos a compartir nuestra fe; que tener una Biblia, una cruz o un rosario fuera un grave delito, que nuestras casas fueran confiscadas por ser cristianos; que tuviéramos que vivir en el destierro como refugiados y ser despectiva y discriminatoriamente tratados como los ‘nazarenos’; que nuestras mujeres y niños fueran esclavizados y vendidos; que algún familiar o amigo nuestro fuera asesinado por ser cristiano; o vernos tentados a abandonar nuestra fe cristiana bajo amenaza de pena de muerte”.
El Arzobispo peruano resaltó luego que, pese a los estragos y el dolor de la persecución, los cristianos han afrontado el martirio con valor y están dispuestos a entregar su vida por Cristo, y recuerda algunos casos:
Mons. Yousif Thomas Mirkis, Arzobispo de Kirkuk en Irak quien afirma que “los cristianos han preferido perderlo todo, pero mantener la fe”. Mons. Oliver Dashe Doeme, Obispo de Mendigori en Nigeria: “Cuando me hicieron obispo, sabía que firmaba mi condena de muerte…En Nigeria tenemos el demonio de Boko Haram, en Occidente el Boko Haram del aborto, el pseudo matrimonio gay y el laicismo”. Mons. Bashar Mati Warda, Arzobispo de Erbil en Irak: “Estamos preparados para el martirio”; Joseph Fadelle, musulmán convertido al cristianismo: “Algún día conseguirán matarme”; y Kayla Muller, joven voluntaria estadounidense secuestrada y asesinada por Boko Haram en Nigeria: “Donde hay sufrimiento es mi problema”.Mons. Eguren concluyó invitando a todos los fieles peruanos y del mundo a que, pese a no estar cerca geográficamente, recen constantemente por los cristianos que sufren persecuciones y que son asesinados por su fe.
Lea la carta completa en http://arzobispadodepiura.org/noticias/carta-del-senor-arzobispo-de-piura/
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