La Carta Magna es ahora sirvienta de no pocos. Tiene una historia grandiosa, pero difícil. Muchos, desde los Poderes, han manoseado sin decoro a la dama impecable. El pueblo sufre un devenir envuelto en líos de sus propios gobernantes, que han usado el erario público para el enriquecimiento de sus congéneres. Así domesticaron a la Patria porque no han querido interpretar la Constitución para gobernar al pueblo con justicia.
Una Constitución ajena a la gente, y por eso todos los días se le traiciona. Los especialistas abruman en sus correcciones y añadidos: 603 Artículos reformados, en 215 Decretos publicados. Se le da un trato de mucama y se manipulan las informaciones que al pueblo llegan, usurpándole beneficios de Ley.
En los Anales de México se han reciclado luchas fratricidas, revueltas sociales. De la Conquista al presente, se suceden sin recato tiempos de virreyes, dictadores, emperadores. La otrora Nueva España iba evolucionando a golpe de sangre en busca de la identidad. Como cuerpo vivo, cada día se transforma. Hace exactamente un siglo, este pueblo mestizo recibió la Carta Magna engendrada por el Constitucionalista.
La Constitución Mexicana ha sido un camino señero por generaciones; rica en valores, defensa y fortaleza para la identidad nacional. Con el paso de los años, fue adecuándose a los tiempos nuevos, conforme la cultura abría nuevos espacios. Al presente, este Gobierno, emanado de la partidocracia, reparte y cobra opiniones de sumisión…. todo lo demás es ilegal. Ellos son la Constitución, la Ley que rige.
De esa soberbia ha salido el caldo de cultivo para la reyerta, la disidencia violenta. Con esta historia se van fraguando millones de mexicanos diferenciados, no sólo en ideología, en creencias religiosas, sino, sobre todo, en las divergencias que marca la pobreza y el poco posible acceso a la cultura y a una vida digna.
¿La Constitución ha sido rebasada, se utiliza como sirvienta de la casa? ¿Cómo la interpretan los gobernantes en turno? A lo largo de la Historia Patria, ¿cuál es la visión del pueblo acerca del Constituyente? Hoy en día, parece que han secuestrado la interpretación antropológica de la Constitución.
A los pobres, todo el peso de la Ley, incluso con trucos e interpretaciones; a los demás, “si pueden”… según convenga o se arreglen. Es ahora la Constitución, ¿dama que oferta favores, estipulando tarifas? ¿La Gran Señora se trastoca corrupta por algunos pesos? Entre los pares, se distribuyen las ganancias.
El “Constituyente” puede resucitar alarmado e impelerse a poner orden. Se repite, en los mismos corrillos del Gobierno, que no se tiene buena fe ni la disposición para resolver los problemas sociales que nos aquejan, por parte de las autoridades. En este febrero, las dos Constituciones más importantes de nuestra Historia cumplen años: la del Liberalismo mexicano en 1857 y la que nos rige desde 1917, con todo y las reformas de las distintas Cámaras. Hoy, entre destrozos sociales y revolucionarios, la intransigencia gobiernista sigue ocasionando convulsiones a nuestra Patria del Siglo XXI.
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