Visita Pastoral a la sierra de Nayarit
David Hernández
Fotografía: Jorge Hernández Aguirre
El Arzobispo de Guadalajara, cardenal José Francisco Robles Ortega, realizó durante los días 24 y 25 de agosto su visita pastoral a las comunidades de Cortapico, Puente de Camotlán, Huiajimic y Amatlán de Jora ubicadas en la sierra del municipio de La Yesca, Nayarit, al noroeste de Guadalajara, siendo la primera ocasión que visita estos poblados en los cinco años que lleva al frente de la arquidiócesis tapatía.
Durante su estancia en las diferentes comunidades, el cardenal confirmó a 110 personas (entre ellas adolescentes, jóvenes y adultos), motivó a los sacerdotes a continuar con su labor pastoral y social al interior de sus comunidades, y compartió los alimentos con las habitantes de los poblados que se acercaban para saludarlo, contarle sus situaciones personales y pedirle una bendición para las imágenes religiosas de su devoción o hacia su persona.
Calurosa bienvenida
Antes de llegar a al pueblo de Cortapico, su primer destino, el Cardenal sostuvo un encuentro con los sacerdotes del decanato de El Teúl en la parroquia de La Inmaculada Concepción en el municipio de Florencia, Zacatecas, con quienes compartió el desayuno. Posteriormente partió a Cortapico en compañía de los presbíteros, a partir de ahí comenzaban las ásperas brechas que atraviesan la sierra y los majestuosos paisajes que se pueden contemplar durante su recorrido.
Luego de hora y media de camino, el cardenal llegó a Cortapico donde la comunidad y el Padre Julio César Rodríguez Murrilo, párroco del lugar, ya lo esperaban con ansias afuera de la plaza principal, que colinda con el atrio del templo, para participar en las Confirmaciones. Durante la Misa, el cardenal manifestó su alegría de estar por primera vez en la comunidad y recordó a los presentes la trascendencia del sacramento de la confirmación que se manifiesta en tres signos: imposición de las manos, oración y la unción con el Santo Crisma en la frente.
Antes de terminar la Celebración Eucarística, Fernando, un residente de Cortapico, expresó al Cardenal en nombre de las 10 comunidades que conforman al pueblo, la alegría de su llegada y le pidió que no fuera la única vez que los visitara.
“Aunque los trayectos son difíciles, sepa que en cada uno de los habitantes de estas comunidades encontrará la amabilidad y el cariño a su persona, y sepa que nuestra oración es por usted, que es nuestro pastor. Muy agradecidos nos sentimos por su visita y le pido que no sea la última vez sino el comienzo de un caminar y servicio para sus servidores, que aunque en las periferias se sienten cercanos a su pastor
“A nombre de las diez comunidades que pertenecen a esta parroquia y a la multitud de pequeños ranchos, le damos la bienvenida y le pedimos que se sienta como en casa y disfrute de estos lugares y viva con mucha alegría esta visita. Dios le acompañe en su camino, inclúyanos en sus oraciones y envíenos sus bendiciones”, dijo Fernando.
Concluida la Misa, participó en la comida que ofreció la parroquia para toda la comunidad y posteriormente partió hacia Puente de Camotlán cerca de las tres de la tarde, hora local de Nayarit.
“Ustedes están en mi oración”
Cerca de las ocho de la noche, el Arzobispo arribó al pueblo de Puente de Camotlán para celebrar la Santa Misa en la parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe, la cual está a cargo del Sr. Cura Sergio Salazar Gutiérrez.
En la homilía, el prelado mencionó que aunque era la primera ocasión que él visitaba la comunidad, ellos estaban presentes en su oración desde antes que los conociera personalmente, desde el primer día que Dios le confió la Iglesia de Guadalajara.
“Ahora tengo la dicha de verles, verles su rostro, tal vez estrechar su mano y celebrar juntos nuestra fe. Ese es un motivo grande, de gozo para mí porque Dios, nuestro Padre, nos llamó a ser una familia, a ser sus hijos en Jesucristo, su Hijo. Dios nos llamó a ser el cuerpo vivo de su Hijo y a tener como alma su Espíritu. Somos el cuerpo vivo del Señor, aunque no nos hayamos visto, aunque no nos hayamos saludado, ya estábamos unidos por la fe y estábamos llamados por ese llamado que Dios nos ha hecho a ser su familia, a ser su cuerpo”, mencionó.
Al terminar la celebración, bendijo dos esculturas labradas en cantera de San Joaquín y Santa Ana (Padres de la Virgen María), las cuales se encuentran a la entrada del templo y evocan la puerta de la fe que conduce directo a la Virgen María.
Confirmados en la fe y en el amor
Al día siguiente (viernes 25) el Arzobispo viajó al pueblo de Huajimic donde confirmó a 23 jóvenes en la parroquia de San José a cargo del Sr. Cura Fernando González Jiménez. En su estancia, el Cardenal hizo un llamado a la comunidad a trabajar por la unidad de las familias y velar por el bien de los jóvenes ya que ellos son el futuro de la sociedad.
“La fuerza de uno está en la familia y la fuerza de un pueblo está en sus familias, la fuerza de la sociedad está en sus familias, por eso hay que preservar, hay que sanear la vida en familia. Hay que orar en familia, hay que convivir, festejar, llorar si es necesario, perdonarse, reconciliarse, pero hay que fortalecer mucho la vida familiar. No hay futuro sin la familia, ni de los pueblos, ni de las naciones, ni del mundo.
“Dentro de la familia, mantengan un cuidado especialísimo por los jóvenes. Los jóvenes son buscados, atraídos para propuestas que no les aseguran un sano futuro, al contrario, les aseguran una pronta muerte o una degradación de su persona. Por eso, cuiden dentro del seno de la familia especialmente a los jóvenes. Escúchenlos, platiquen con ellos, pregúnteles, sepan con quien andan, con quienes comparten sus inquietudes. ¡Cuiden mucho a los jóvenes! En ellos está el presente pero especialmente el futuro.”
Animando a sus sacerdotes
En su visita al pueblo de Amatlán de Jora, el Arzobispo fue recibido con aplausos tan pronto como bajó del vehículo donde lo trasladaban. Ahí confirmó a 35 jóvenes en el templo de la Inmaculada Concepción e invitó a la comunidad a apoyar y cuidar a su párroco que días antes había sufrido un accidente en el primer dedo de su pie mientras movía la pila bautismal, ocasionándole una herida que tuvo que ser suturada.
Con respecto a la visita del cardenal a su parroquia, el Sr. Cura José Silvano De Luna Rodríguez dijo en entrevista para Semanario: “me dio mucho gusto que el Cardenal haya querido venir a visitarnos, a ver estas gentes, cómo viven, cómo son; a ver lo que se batalla en la pastoral de aquí y espero que esta visita anime también a la comunidad a entregar un poquito más, a ser más fervorosa, a ver que de verdad la Iglesia se preocupa por ellos y que no están olvidados por la lejanía, están en el corazón y son también del pastor, de nuestra Iglesia de Guadalajara”, concluyó.
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