P. Firmin Gbagoua. Foto Facebook
En declaraciones a la edición en francés de Vatican News, el P. Mathieu Bondobo, señaló que el P. Gbagoua recibió un disparo en el abdomen el viernes 29 de junio por la noche cuando “estaba a la mesa para cenar en el Arzobispado de Bambari, en compañía de otros sacerdotes”.
Tras expresar su dolor y su cólera por el asesinato del también secretario ejecutivo de Cáritas de Bambari, el P. Bondobo lamentó que “nadie está protegido en este país pero la Iglesia no se callará”. “Estos criminales que siguen matando, no sabemos dónde se encuentran”, continuó; y pidió que las autoridades “hagan su trabajo”.
El pasado 24 de junio los obispos centroafricanos emitieron una declaración en la que constataron con “sorpresa la llegada de nuevos mercenarios que hacen más difícil la resolución de la crisis”.
“Recordamos al gobierno, a la comunidad internacional y a los grupos armados que la autoridades del Estado no es negociable y que no puede ser objeto de ningún tipo de negociación”.
El pasado 1 de mayo terroristas atacaron la iglesia Nuestra Señora de Fátima y asesinaron al menos a 16 personas, entre ellas un sacerdote, dejando casi un centenar de heridos.
Desde 2013 la República Centroafricana ha sido objeto de numerosos ataques por el complicado proceso de transición que afronta el país y que ha desatado una ola de violencia por el choque entre los grupos armados Séléka y los “antibalaka”, que ha hecho que casi un millón de personas se encuentren desplazadas.
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