“Colocar bombas y hacer atentados sirve para infundir miedo y detener el camino de desarrollo de nuestro país. Es simple: poner una bomba contra una iglesia y matar a cristianos genera bulla, en particular si se hace en el tiempo de Navidad. Los cristianos son un objetivo que garantiza amplia visibilidad en el plano internacional”, dijo el Obispo al diario del Vaticano, L’Osservatore Romano (LOR) el 10 de enero.
Sin embargo, precisó, “el problema en Egipto no son los musulmanes y los cristianos, sino los fundamentalistas, aquellos que usan la religión para otras cosas. Pero no debemos perder la paciencia ni la confianza. Debemos tener una fuerza positiva. Cambiar el país de un día al otro es difícil, nos toca acoger favorablemente y alentar todo tipo de iniciativa que busque reunir y hacer dialogar a cristianos y musulmanes”.
El Prelado hizo estas declaraciones luego que el 5 de enero un policía falleciera mientras desactivaba una bomba cerca de una iglesia en El Cairo (Egipto), mientras que otros dos oficiales y un transeúnte resultaron heridos.
El atentado se produjo dos días antes de la celebración de la Navidad para la Iglesia Copta Ortodoxa, el 7 de enero.
Sin embargo, el Obispo dijo que la tragedia pudo haber sido peor si no fuera por la intervención de un imán de una mezquita cercana, Saad Askar, quien con un micrófono pidió a todos los que estaban en la iglesia que salieran del templo ante la amenaza de los explosivos.
“Hay un cambio en Egipto. Una mentalidad nueva está por nacer y debemos ser muy confiados. Lo que ha hecho el imán Saad Askar ha sido un gran gesto. Debemos creer y proseguir en nuestro camino teniendo siempre confianza en Dios”, dijo el Patriarca a LOR.
El Patriarca dijo que hace algunos años “pasamos un periodo marcado por la mentalidad del odio y el fundamentalismo, que tenía un solo objetivo: no dejar crecer a Egipto. En mi opinión los atentados no tienen una matriz religiosa, no es un desencuentro de musulmanes y cristianos, sino que se quiere retrasar el proceso de modernización”.
A fines de 2016 y principio de 2017 los cristianos en Egipto sufrieron dos graves atentados perpetrados por los terroristas del Estado Islámico. El primero dejó el trágico saldo de 29 muertos, mientras que el segundo cobró la vida de 11 personas.
El Obispo resaltó que las nuevas generaciones han entendido la importancia de la buena convivencia entre personas de distintas religiones.
“De hecho, muchos jóvenes rechazan la mentalidad que lleva al odio y a la separación. Nuestra tarea es buscar en todos los modos posibles y con todo el esfuerzo lograr una sociedad donde los musulmanes y los cristianos convivan pacíficamente”, concluyó el Obispo.
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