Mireia Bonilla – Ciudad del Vaticano
En la Iglesia de San Pablo en Mosul ha tenido lugar el pasado 25 de enero la toma de posesión del dominico Najb Mikhael Moussa como nuevo Arzobispo caldeo de la archidiócesis; una celebración en la que estuvo presente el Patriarca caldeo Louis Raphael Sako quien dirigió un discurso ante los fieles presentes. Entre sus palabras, destaca el momento en el que animó a un «renacimiento» de la ciudad y confió a la ciudad a su nuevo pastor. “Los frutos del trabajo de un Obispo – dijo - dependen de la unidad de su diócesis, ya que el pastor está al servicio de todos” y no “para una persona u otra". En este sentido, puntualizó que la conducta discriminatoria, el sesgo y el favoritismo, "destruyen la comunidad".
Así mismo, el Primado de la Iglesia caldea, consciente de las dificultades de la devastada diócesis de Mosul, aseguró que confiaba en que los fieles “puedan profundizar en el gozo de la liberación” así como “aumentar la esperanza de regresar para regenerar la confianza y la convivencia entre los diferentes componentes de la sociedad”.
“Mosul es única por su sociedad multicultural y diversificada. De la misma manera, la Iglesia y los cristianos, en concreto en Mosul, han contribuido a la historia de esta ciudad a nivel nacional, cultural y profesional”, explicó el Patriarca. Por último, concluyó su intervención con una oración para que “Dios bendiga a Mosul con un nuevo nacimiento”.
Publicar un comentario