David Hernández
Sobrevivientes y familiares de las víctimas de las explosiones del 22 de abril de 1992 en el Sector Reforma se congregaron en la Capilla Virgen de Guadalupe (Capilla “22 de abril”) para conmemorar 27 años de la tragedia que marcó a Guadalajara.
En punta de las 10:10 a.m. (hora en que sucedió la desgracia) dio inicio la Misa especial donde se pidió por todas las personas que perdieron la vida, mencionándose cada uno de sus nombres en señal de que su recuerdo aún vive en la memoria de sus seres queridos.
“Hoy nos reunimos como pueblo creyente, como ciudadanos y como nación con una mirada de esperanza para recordar estas explosiones. No es solo pensar en la historia como algo pasivo, cuando el hecho de la historia ha sido escrito en letras oscuras el sentido de recuentro es la determinación del compromiso para que jamás vuelva a suceder, es un compromiso colectivo: social, político y económico porque también las causas han sido sociales, políticas, económicas y no podemos quedarnos callados”, expresó el sacerdote Felix Cuate.
Desdicha rebasó la capacidad del Estado
Jesús Córdoba Rivera, uno de los rescatistas de la Cruz Roja Mexicana que brindó auxilio aquel día, tomó la palabra para describir esta catástrofe que de acuerdo a su percepción no solo “rebasó la capacidad del municipio” sino también la “del Estado”.
“Nosotros recordamos que ese día tuvimos un desastre de rebasó la capacidad del Municipio, rebasó la capacidad del Estado. Pero ese día con gran trabajo y con gran equipo venimos a ayudar y al llegar aquí nos dimos cuenta que era totalmente inaccesible a la calle y la colonia para poder quitar escombros, para poder sacar cuerpos ya con pérdidas humanas, no podíamos trasladar a tantos lesionados porque no teníamos tantas ambulancias. Ese día hubo ayuda de la comunidad, ella respondió muy bien con ayuda hacia nosotros y tuvimos que llevar a diferentes puestos de socorro a los lesionados y aparte los decesos tuvimos que acumularlos en el CODE de Guadalajara porque tampoco el forense se daba abasto para tantos cuerpos. La pena de los familiares que hoy en día aún sufren en esa batalla, sufren la pérdida de sus seres queridos y es algo muy duro. Los acompañamos en su dolor porque también lo vivimos y lo sentimos”, expresó con rostro de triste.
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